Desquite. El gol de Antonio decantó el derbi, donde tanto el Castellón como el Borriol demostraron que no llegaban en su mejor momento (1-0). Castalia no vibró con un partido peleado y poco agradecido para la vista, pero resuelto con justicia en favor de los albinegros. El Borriol amagó y amagó, pero sin peligro.

Los orelluts, a diferencia de la semana anterior, fueron los principales beneficiados de una jornada, tras la que recupera la cuarta plaza y recorta a todos sus rivales directos. El Borriol, después de su quinta derrota seguida, empieza a ver de cerca el peligro del descenso, si bien con un estimable colchón aún de cuatro puntos.

PUESTA EN ESCENA // Ramírez y Cuesta depararon sorpresas de última hora. El tarraconense introdujo cuatro cambios respecto a Ontinyent, destacando los estrenos de Arturo (en lugar de Guille Vázquez) y Juanfran, que rayaron a un nivel más que notable. Adelantar a Jesús López fue su nueva solución para paliar la marcha de Pruden, tras la prueba fallida de Carmona en El Clariano (pasó de titular a ni convocado). Además, Antonio sentó a Tariq. En el bando rojillo, solo dos variaciones en relación al anterior encuentro, destacando las ausencia de Pepe Mora (Jaume Almela actuó como central y Ramón Pallarés, de lateral izquierdo), con Aarón tomando el testigo del lesionado Enric.

Ordenadas las piezas sobre el verde tablero, el Castellón ganó el primer pulso, jugando a favor de viento desde el inicio, facilitando la tarea de llevar la pelota hasta la cabeza de Antonio para que éste lo convirtiese en un movimiento de ataque como tal. El murciano encontró la recompensa de su impagable trabajo con el gol en el minuto 19, que debe compartir a partes iguales con Marenyà (penetró en las líneas enemigas con calidad y verticalidad) y Jorge Giménez (cuando centró, los orelluts ya celebraban el 1-0, ya que el 9 local, además, estaba libre).

DESPIERTA EL BORRIOL // El Borriol tardó en encontrar la buena sintonía. Colomer capitaneó las acometidas rojillas, pero dos talentosas acciones individuales suyas encallaron ante la ágil respuesta de Arturo, cuando Héctor Zaragoza ya olía el empate. El primer tiempo acabó con 1-0, fiel reflejo de los remates entre palos de esos 45 minutos por parte de cada contendiente.

El Borriol incrementó la intensidad al regreso del intermedio frente a un Castellón cada vez más replegado, dando por bueno el 1-0, entre otras cosas porque Campos seguía sin temer en exceso por la integridad de su marco.

MÁS ‘PÓLVORA’ // Precisamente para hacer más daño, Cuesta metió a Tabares en lugar de Víctor Pino. El argentino pasó, en pocos minutos, de una calurosa ovación de su antigua hinchada a la firme reprobación, tras una fea entrada sobre Marenyà y, aun así, revolverse con malas formas. Luego entró Sergio García, que firmó el único tiro a puerta del Borriol, fuerte pero centrado e inocuo.

El Castellón rondó el 2-0, con un tiro desviado de Meseguer a puerta vacía y una falta al travesaño de Juanfran, con el cronómetro rondando el 90’. Para entonces, el Borriol había sacado la bandera blanca y los albinegros tenían el triunfo a buen resguardo. H