"Ha dicho usted que controla sus emociones...". Manuel Pellegrini corta la pregunta y añade una información adicional: "Lo intento". El técnico chileno es un experto en la contención de la polémica, enemigo del choque frontal. Ni siquiera antes de enfrentarse al Real Madrid en el partido más importante de la historia del Manchester City tiene media palabra negativa sobre el trato que recibió en la Casa Blanca. Para regatear las confrontaciones, ofreció un repertorio de respuestas de la misma colección: "No pienso en el pasado. No pienso en el futuro. No me evalúo en trofeos. ¿Cristiano Ronaldo? Estáis un poco obsesionados con él".

Pellegrini evade porque no tiene necesidad de enfrentarse con nadie. Incluso las situaciones que no comparte, como el anuncio del fichaje de Pep Guardiola en el mes de febrero, las ha criticado de manera muy suave, sin citar en ninguna ocasión el nombre del técnico catalán. Pellegrini dice las cosas sin decirlas propiamente.

'El Ingeniero' considera que una de las explicaciones del bajón deportivo de su equipo esta temporada fue el anuncio público de su marcha. Siente que fue una comunicación que desestabilizó la plantilla, con varios jugadores temerosos por su futuro y listas diarias de fichajes en la prensa británica. Un peso pesado del vestuario como Pablo Zabaleta reconoce que no fue una situación fácil de asimilar. Fue una tendencia depresiva que han logrado superar, invictos en los siete últimos partidos y a las puertas de la final de la Champions.

TOURÉ YAYÁ, DESCARTADO

El chileno vuelve a evadir cuando le preguntan si tiene algo que demostrar. Los retos están ahí pero él no quiere comentarlos. Demostrar su valía al club que le sacrificó. Demostrar a la dirección del City que vendrá un entrenador espectacular, pero que se va uno de muy competente. Demostrarse a sí mismo que una expulsión o un penalti fallado no pueden servir como excusa.

El chileno no saca pecho. Lo hará en el futuro, con distancia, de la misma forma que habla ahora maravillas de sus logros con el Málaga o el Villarreal. Con la misma media sonrisa con la que recuerda las encuestas entre los aficionados del Real Madrid cuando le tocó despedirse: "Siempre me fueron favorables. Cuando me fui, el 75%".

Cuando a Pellegrini le preguntan quiénes son los mejores futbolistas que ha entrenado en el City, siempre da tres nombres: Silva, Agüero y Yaya Touré. El costamarfileño no se ejercitó con el resto del grupo y está descartado. También es duda para el partido de vuelta. El exazulgrana es la única baja de la plantilla junto a Samir Nasri, que no está inscrito en la competición.

SUPERSTICIOSO

Extremadamente supersticioso, hasta el punto de no cambiar el escenario del entrenamiento previo al partido si el equipo va en buena dinámica, Pellegrini intentará repetir todos los elementos posibles de su victorioso cuarto de final contra el París Saint Germain.

Incluso puede que le genere cierto nerviosismo hacer un cambio obligatorio en el once y dar entrada al capitán Vincent Kompany, recuperado de sus problemas físicos. Es el partido de la reivindicación para Pellegrini. Lo sabremos con seguridad si, de ganar al Real Madrid, acude a su rueda de prensa y cuenta que efectivamente no tenía nada que reivindicar.