El duopolio del fútbol femenino en la provincia de Castellón lo ostentan Villarreal y Joventut Almassora. Las amarillas están en la zona alta de la nueva Reto Iberdrola (segundo escalón nacional), mientras que el cuadro albinegro lidera su grupo de Primera Nacional (tercer nivel estatal).

Sin embargo, más allá de los dos grandes, también está el trabajo y esfuerzo de equipos como el Alqueries o el Onda. Ambos conjuntos, con menos recursos, se han plantado en la atractiva a la vez que exigente Liga Autonómica, una categoría que actualmente pasa por ser la cuarta del país (el curso pasado era la tercera, antes de la implantación de la nueva Reto Iberdrola).

Tanto las arlequinadas como las rojiblancas compiten a un nivel superior que sus homólogos masculinos, que lo hacen en Regional Preferente en ambos casos. Y es que las poblaciones de les Alqueries y Onda se ven representadas a lo largo y ancho de la geografía de la Comunitat Valenciana gracias a sus equipos femenino balompédicos.

Trabajo y sacrificio

Pero detrás de ese estatus, ganado a pulso en las últimas campañas a base de sacrificio, en muchas ocasiones a la sombra de los focos, existe un enorme trabajo detrás. El equipo de dirige Rafa Font de Mora recorrió un largo camino por las categorías regiones femeninas hasta que logró consumar el ascenso en el 2017, justo el año en el que el equipo cumplía una década.

El hito de las gualdiazules fue el premio a la insistencia. De hecho, dos años antes ya se ganaron el ascenso en el campo, un éxito que les fue negado fuera de él. Sin embargo, lo verdaderamente complicado no es llegar, sino mantenerse. Las chicas del Alqueries ya van por su tercera temporada consecutiva compitiendo en Liga Autonómica, compitiendo y dando la cara ante cualquier contrincante en todos los campos.

Por su parte, la gesta del Onda responde a una decidida apuesta por el fútbol femenino que se ha visto recompensada con resultados inmediatos. Las rojiblancas encadenaron la pasada campaña su segundo ascenso de forma consecutiva. El primero lo completaron de forma aplastante en una campaña en el que pulverizaron varios registros, mientras que el año pasado, tras cuajar un gran debut en Primera Regional en el que cerraron la competición en el segundo puesto, aceptaron una vacante para pasar a esta atractiva Autonómica.

Esta categoría presenta diferencias notables respecto a las anteriores, algo que el Onda ha vivido en sus carnes en las primeras jornadas. Sin embargo, está cogiéndole el pulso a una división en la que esperan consolidarse primero para intentar mirar hacia objetivos más ambiciosos en un futuro. En Onda hay ganas de fútbol femenino, pero este curso, con la desaparición del Racing Onda, la localidad solo puede disfrutar con las rojiblancas.

La campaña actual no está siendo fácil para ninguno de los dos equipos, pero ambos tienen potencial para continuar consolidándose en la categoría.