Como dice Fran Escribá, al Villarreal le quedan unas cuantas semanas duras para comenzar a rearmarse. Cada maestrillo tiene su librillo y el nuevo técnico quiere ir implantando poco a poco el suyo. Entre las primeras páginas del nuevo manual de mesita de noche se lee que Alfred N’Diaye jugará de mediocentro salvo urgencia marcada por la acumulación de bajas en esa zona. Por tanto, cuando restan 12 días para el cierre de las inscripciones para nuevos jugadores, el club amarillo busca un central en el mercado. Y puede que algo más.

Entre tanto, hay que cumplir compromisos y en apenas tres días se viene encima el debut en la Liga en Granada, más la vuelta de la previa de la Champions en Mónaco, donde hay que exprimir las opciones para superar ese 1-2.

El objetivo no es otro que rearmar poco a poco al Villarreal, que ha quedado muy debilitado por la pandemia de lesiones y por la falta de acoplamientos de varios futbolistas que tardaron en llegar. La receta de Escribá es tranquilidad y buenos alimentos. Trabajo de campo, pero fundamentalmente de psicólogo para que sus jugadores recuperen la autoestima. Y para ello nada vendría mejor que un triunfo en Granada.

El Villarreal recupera a Víctor Ruiz y a Sansone para el partido de Los Cármenes (20.15 horas). Sin duda, dos refuerzos de lujo. Aun así, Escribá se vio obligado a completar la convocatoria con tres jugadores del filial: Cantalapiedra, Larrea y Mario González.

El once que saltará al terreno de juego en Granada no es difícil de adivinar y en él se presume la entrada de los dos nuevos fichajes Víctor Ruiz y Sansone, el primero formando pareja con Musachio, y el segundo en la punta de ataque junto a Pato o al recién aterrizado Borré. En el centro del campo, es casi segura la presencia del exbético N’Diaye, para dar descanso a Bruno o Trigueros, ambos con molestias. En las bandas, Castillejo y Roberto Soriano. Otra de las posibles novedades puede ser la entrada de Rukavina en alguno de los laterales para dosificar a Mario o José Ángel, este último todavía en plena puesta a punto.

El rearme del Villarreal pasa fundamentalmente por recuperar la fiabilidad defensiva y erradicar los errores individuales del tramo final de la pretemporada y del primer partido oficial. Un punto más de intensidad, algo que con el transcurso de las sesiones de entrenamiento se irá mejorando mano a mano con la mejora de la forma física del equipo, es otro de los aspectos clave para recuperar la identidad.

Verticalidad y profundidad en el juego de ataque van intrínsecamente unidos a la recuperación de hombres como Cheryshev, o el acoplamiento de Roberto Soriano, aunque la presencia hoy de Sansone será un punto de partida para progresar. Y, por último, la definición y la finalización en gol. No ha sido la mejor virtud de un Villarreal bastante romo cara a puerta en pretemporada. Pero este equipo posee mimbres para hacer cosas importantes. H