Alejandro Valverde ni se enteró. Él iba en la parte delantera del pelotón cuando faltaban solo 41 kilómetros para llegar a Bermillo de Sayago, un pueblo zamorano que la Vuelta situó en el mapa. Simone Petilli, un ciclista italiano de 25 años que corre en el equipo patrocinado por los Emiratos Árabes, impactó con su cara en el asfalto, perdió el conocimiento y tuvo que ser intubado por Mikel Martínez, uno de los médicos que viajaba a la cola del grupo.

Tampoco supo nada del accidente Simon Yates, el líder, ni Elia Viviani, el vencedor de la décima etapa, que por aquel entonces ya tenía que estar pendiente de sus compañeros, para no perder posiciones que luego no pudiera recuperar. Pasó tan rápido que ninguno de los líderes supo nada. Cuando lo hicieron, Petilli ya había llegado al hospital de Zamora, el más cercano, en una de las ambulancias de la carrera. Allí recuperó el conocimiento, según explicaron los médicos de la Vuelta, en la meta.

¿Qué ocurrió? ¿Por qué se cayó? Pudo ser un despiste, normalmente los que circulan en las posiciones más retrasadas del pelotón van más relajados en la fase final de la etapa. Son corredores que no se juegan nada, que ya han trabajado para sus líderes en la parte inicial de la carrera, y que solo tratan de no descolgarse para llegar con el pelotón, a rebufo, con menor esfuerzo. En la misma caída se vio envuelto el ciclista belga del Lotto Jelle Wallays, quien comentó tras cruzar la línea de meta a los periodistas belgas que todo fue muy extraño. «Iba como adormilado antes de caer», explicó.

LA ANGUSTIA / Fueron momentos de angustia, en una Vuelta que hasta ayer solo había sufrido dos abandonos, el del holandés del Katusha, Mauritz Lammertink, por problemas estomacales, y el de Dan Martin, en la jornada de descanso. En este caso porque su mujer está embarazada de gemelas y hace varios días que no se encontraba demasiado bien.

La retirada de Petilli ha sido la única en competición. «Llevábamos una Vuelta muy tranquila, afortunadamente, hasta ahora, sin caídas graves. No había habido evacuaciones, ni fracturas. Mi compañero Mikel Martínez lo atendió ya que prácticamente se cayó delante de su coche», indicó el médico José Luis Blázquez, que también iba en carrera.

Era una etapa de supuesta tranquilidad, pero de repente, llegó el susto, la caída, la alarma que sonó en el corazón de la Vuelta.