No es la primera vez que Antoine Griezmann juguetea con su futuro. Ahora, sin embargo, ha sido mucho más contundente que de costumbre. Hace dos años el delantero francés flirteó con la posibilidad de irse al United. En la pasada temporada despreció la posibilidad de fichar por el Barça y escogió seguir siendo hijo del cholismo. Ahora, con 28 años y viendo que su carrera de títulos con equipos es más bien escasa (Europa League, Supercopa de España y Supercopa de Europa), se ha vuelto a colocar en el mercado al precio de los 120 millones de su cláusula (96 para el Atlético y los otros 24 para la Real Sociedad).

Al francés, si realmente quiere jugar con Leo Messi y Luis Suárez para ganar los títulos que no tiene, le corresponde ahora dar el paso al frente para hacerse perdonar por el barcelonismo tras la afrenta del pasado verano.

Por si acaso, el aún delantero del Atlético de Madrid ha sondeado, como reveló el diario francés L’Equipe, las posibilidades de ir al Paris Saint-Germain en una charla que mantuvo su hermana Maud Griezmann con Antero Henrique, director deportivo del club parisino. En un mercado enloquecido, la figura y el precio ya pactado de Griezmann, estrella de la Francia campeona del mundo en Rusia-2018, es una oportunidad real. Real y valiosa.