El Atlético sufrió más de lo que esperaba en Los Cármenes para apuntarse una victoria (0-1) que distancia la cuarta plaza a siete puntos del Villarreal (a expensas de su partido de esta tarde en Vigo) y, de paso, pone presión al Sevilla, a quien ya tiene a cinco puntos y al que recibe el domingo que viene en el Calderón.

No pintaba bien el partido para los de Simeone cuando Koke, en el minuto 84, puso un centro al segundo palo donde Griezmann, entrando desde atrás para romper el fuera de juego, cruzó un cabezazo lejos del alcance de Ochoa. Los rojiblancos resolvían así un encuentro que, a pesar de que entonces todavía marchaba 0-0, había sido de un elevado nivel, disputado de tú a tú, a pesar de la enorme diferencia clasificatoria entre ambos: 30 puntos separaban a nazarís de colchoneros.

Ya en el primer acto, el Granada hizo sudar al Atlético, que gracias a que ya tiene encarrilado su pase a los cuartos de final de la Champions, pudo priorizar este partido respecto al del miércoles en el Calderón contra el Bayer Leverkusen. Sin embargo, la contienda subió de revoluciones tras el paso por el vestuario, con 45 eléctricos, de ida y vuelta.

El 0-0 ya se mascaba hasta la acción del tanto de Griezmann. Desde ese momento, el Atlético resguardó su preciado botín.