El color exhibido por el Atlético en el estadio Ciutat de València, aunque pudiera parecer lo contrario, fue el gris, un uniforme extraño para un equipo que hasta ahora había completado una Liga brillante, igualado en puntos al Barça y que esperaba un tropiezo de los azulgrana. De golpe, de forma inesperada, ante un motivadísimo y a la vez descendido Levante, el Atlético enterró las opciones, se despidió de la Liga, un adiós que, al menos, le sirve para tomarse una semana extra de relajación ante la trascendental final de la Champions.

De hecho casi se podría decir que los hombres del Cholo Simeone, que vio el partido desde una cabina por su sanción, solo existieron dos minutos sobre el césped, lo que tardó Fernando Torres en marcar el 0-1, un espejismo a lo que se intuía iba a ocurrir y luego no pasó. Si en un par de minutos ya habían conseguido el primer gol por qué no pensar en una goleada que hiciera soñar a los rojiblancos con ganar la Liga en el último suspiro, como ocurrió hace 2 años en el Camp Nou.

Pero qué lejos de la realidad, que Atlético tan extraño, tanto como la motivación local, las ganas de vivir, de correr, de ganar, de agradar a su afición en la despedida en casa, ya con el destino de Segunda División, a partir del mes de agosto. El Levante plantó cara, no se rindió, buscó primero el empate con el gol de Casadesús, en la primera parte, y en la segunda, con un Atlético algo más entonado, lejos de conformarse con una igualada que todavía daba alguna esperanza colchonera para la última jornada, trató siempre de buscar el partido y regalar al menos a sus aficionados un obsequio de despedida.

EL RECONOCIMIENTO // El Atlético se dejó la Liga ante un equipo descendido que, por lo menos, se ganó la admiración de Simeone. “Han jugado con una nobleza enorme porque han competido y peleado a pesar de estar ya descendidos”, comentó. En Valencia no tuvo ganas el Cholo de buscar ninguna crítica y, por supuesto, todavía menos para sus jugadores, que necesitan estar con la moral bien alta para intentar el reto de conquistar por fin la Liga de Campeones, siempre esquiva con los intereses rojiblancos.

“Nos hemos quedado a una jornada de seguir compitiendo. Otros años faltaban 10 y ya estábamos fuera. Les he dicho a mis jugadores que estaba orgulloso de ellos porque han hecho una gran temporada”, explicó el míster. Simeone no quiso buscar pretextos, nada para justificar una derrota que nadie esperaba, nada para tapar el mal encuentro realizado por sus jugadores ante el Levante: “No hay excusas. La temporada ha sido fantástica”. H