El grupo empresarial de Castellón, compuesto por los futbolistas Pablo Hernández y Àngel Dealbert junto a empresarios como Javier Heredia y Vicente Monzonís, entre otros, se ha retirado de las conversaciones que han mantenido con el secretario del consejo de administración del CD Castellón, José Cano-Coloma, para la adquisición del paquete accionarial que obra en poder de David Cruz. De esta manera se cierra la opción de que la entidad albinegra pudiera quedar en manos de gente de la provincia y con vinculación directa con el Castellón.

LARGAS CONVERSACIONES // El grupo empresarial no ha encontrado posibilidad alguna de hallar una vía seria de diálogo y se han topado con constantes rodeos y largas dentro de unas negociaciones en las que un día se pactaba unas condiciones y al siguiente se cambiaban por otras. Al final, las peticiones del actual presidente eran desorbitadas y fuera de la realidad económica de un club de Tercera División, además de que nunca ha mostrado intención real de dejar el control del Castellón. La vía que está siguiendo Cruz es la de buscar capital para continuar él mismo al frente de la entidad y no abandonar el primer plano, de ahí sus desmesuradas exigencias.

Cruz mantiene otra idea, contraria a la que ha venido manifestado tras someter a la aprobación de los accionistas la ampliación de capital, pues pretende seguir gestionando el club.

Por otra parte, el grupo empresarial de Castellón, que ha coordinado Jordi Bruixola, tampoco ha recibido la documentación pertinente acerca de la situación económica real de la SAD y de la deuda generada en la etapa Cruz, que puede ser mucho mayor de lo que hace público el máximo accionista en funciones, puesto que todavía tiene pendiente un proceso judicial por incumplimiento del contrato de compra-venta con Castellnou2005.