El grueso de las noticias deportivas, huérfanas de su actividad principal estos días, se ha volcado esta semana en dar cobertura a la guerra interna que vive la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), con el presidente David Aganzo en el centro de las presiones y actores que, desde la sombra, intentan influir en los votos que controla el sindicato de cara a las próximas elecciones de la Federación.

Después de la dimisión de sus puestos de vicepresidentes de de Juan Mata y de David de Gea y después de la portada de Marca de este martes, en la que hacía público que parte de la cúpula directiva de AFE (cinco de los 13 miembros) se ha querellado con el presidente, los cerca de 10.000 afiliados se han puesto en marcha para buscar una alternativa y ha emergido el nombre de Fernando Morientes.

Precandidatura

El exfutbolista del Albacete, el Zaragoza o el Real Madrid no tardó demasiado en postularse: Para mí ha sido una sorpresa porque no lo esperaba. Es algo que no he buscado, ha salido mi nombre porque tenía que salir, empezó diciendo Morientes este miércoles en la COPE, algo comedido al inicio.

Lo que yo conocía como AFE no es lo que veo. Hay luchas de poder, guerras internas, futbolistas desunidos Me entristece la imagen que se está dando, continuó su exposición antes de poner las cartas sobre la mesa: Los jugadores quieren un cambio ya, el mismo que quiero yo. Percibo que la imagen que el sindicato está dando de los futbolistas no les representa, explicó Morientes después de confesar que le han llamado jugadores y entrenadores para que de el paso.

Nunca he tenido una vena sindicalista, pero si el futbolista me llama no puedo mirar para otro lado porque el fútbol me lo ha dado todo, concluyó.

Mientras, las denuncias contra Aganzo siguen su curso: este miércoles fue desestimada una de Jesule por vulneración de derechos, mientras que la del sindicato alternativo para el fútbol modesto: Futbolistas On, por obtener información confidencial ha recibido un empujón tras la carta de confesión del empleado de AFE Antonio Saiz, en la que señala al presidente como instigador del delito.

Dimisión o moción de censura

David Aganzo, presidente electo hasta el verano de 2021, ha repetido en todas sus intervenciones públicas que no tiene intención de dimitir, aunque la presión sobre su figura es cada vez más fuerte y, en un momento dado, podría forzar una nuevas elecciones en el principal sindicato de futbolistas. El camino alternativo a la dimisión para llegar a esos comicios es una moción de censura contra la presidencia.

El escenario idóneo es la Junta Directiva que ha convocado Aganzo este viernes, con la sustitución de Mata y De Gea como el principal punto del orden del día y con la fractura interna del sindicato como decorado.

En el trasfondo del huracán que está removiendo los cimientos de AFE se vislumbran las elecciones a la Federación, esas en las que Rubiales tenía ganada buena parte de la reelección, pero que se han abierto con el retraso hasta el otoño y la aparición de Casillas.

Cada voto cuenta y los que controla el sindicato de futbolistas, de momento, están más por el cambio que por la continuidad, después de que el divorcio entre el presidente y Aganzo, que fue su sucesor en la asociación de futbolistas y que le apoyó para llegar al máximo cargo federativo, fuera público y notorio.