Cuatro finales le restan al Balonmano Castellón para tratar de lograr la permanencia en la Liga Iberdrola, pero de estos partidos tienen marcados en el calendario los dos que se disputarán en el pabellón Fernando Úbeda (Grapa), ya que se miden a un rival directo, el Muchoticket Ibiza, y al Porriño, que tiene la salvación asegurada y no se juega nada, siendo el equipo que marcha por delante de los cuatro implicados en la lucha por seguir una campaña más en la élite.

Y en el seno del club de la capital de la Plana confían en que venciendo estos dos duelos puedan lograr el objetivo. «Somos conscientes de que no será nada sencillo, pero las jugadoras van a dejarse todo sobre la pista para repetir la experiencia el próximo año. Pese a la delicada situación, están con muchos ánimos y se esfuerzan en cada entrenamiento. Tenemos la sensación de que si ganamos los dos partidos como locales nos salvaremos», argumenta el técnico, Vicent Sos.

La necesidad de vencer dos de los cuatro duelos viene dada porque su rival más directo, el Canyamelar Valencia —tiene solo un punto más— se mide en uno de sus encuentros al Base Villaverde, que es colista y no ha estrenado su casillero de puntos, por lo que todo apunta a que sumará esos dos en juego, con lo que las Guerreras de la Plana deberán remontar una desventaja de tres.

En esta lucha quedan más lejos el Muchoticket Ibiza y el Elche Mustang, aunque los baleares tienen un calendario muy complicado. Lo que está claro es que el Castellón se dejará todo en cada partido, incluso en las complicadas salidas a A Guarda y a Gijón. El sueño de la permanencia continúa siendo una realidad.