En la rueda de prensa posterior al Torre Levante, Manu Calleja sembró la alarma al asegurar que Guille Vázquez sufrió una dolencia crónica en su rodilla izquierda por la que debería ser operado. No obstante, un par de semanas después, las noticias no son tan tremendistas: el benicarlando está siguiendo un tratamiento más conservador e incluso podría reaparecer en Paterna, en la siguiente salida a Castellón.

Hace meses que el capitán arrastra problemas en su articulación, producto de unas calcificaciones y de la inflamación del tendón rotuliana. Sin embargo, tras ser visitado por el doctor Llopis, se ha optado por un tratamiento a base de células madre, costeado por la mutua, con el que acelerará su vuelta a los terrenos de juego.

El futbolista confía estar a disposición del entrenador cántabro este fin de semana frente al Crevillente, pero Calleja es más cauto, porque el cadufero lleva tres semanas sin vestirse de corto y ejercitándose a un nivel sensiblemente inferior al de sus compañeros, con lo que lo más probable es que esté para el siguiente desplazamiento, al Gerardo Salvador.