Amor, paz y tenis. Ese parece el motor espiritual del nuevo Novak Djokovic y una de las razones por las que el exnúmero 1 ha roto conBoris Becker después de tres años de triunfal relación. El lema es el de la academia que el extenista Pepe Imaz (Logroño, 1974) tiene enPuente Romano (Marbella) en la que busca transmitir conocimientos de la vida a través del tenis. "Valores que el ser humano tiende a olvidar al hacerse adulto (respeto, aceptación, agradecimiento, empatía, ayuda, seguridad y confianza... amor)", dice la carta de presentación de esta peculiar escuela. Valores que cuesta creer que un tenista con el carácter de Djokovic puede hacer suyos en una pista.

Esos consejos, en su día, ayudaron a Marko Djokovic, hermano del campeón serbio, cuando dejó el tenis profesional y se instaló en Marbella en busca de un cambio de vida. "Llegó en un estado caótico, trabajamos a fondo y cambió por completo. Cuando lo vio Novak me pidió colaborar con él para su puesta a punto ya hace un par de años", ha explicado Imaz, un exjugador profesional que llegó a estar en el puesto 146º mundial en los años 90 y que alcanzó como resultado destacado una segunda ronda en Roland Garros.

Imaz no tuvo éxito en la pista y tras retirarse se dedicó al estudio de la mente y del equilibrio emocional. "El amor es la vitamina esencial para que cada uno se encuentre a sí mismo. Al final lo importante es aceptar que las personas no son máquinas", recalca en sus charlas de meditación, en las que han estado los dos hermanos Djokovic, encantados con el trabajo del que también ha sido director emocional de Julio Iglesias.

OTRO ENFOQUE DE VIDA

La relación con el exnúmero 1 comenzó hace un par de años enDubái y en Montecarlo, pero se intensificó el pasado verano en Marbella cuando Djokovic acudió tras caer inesperadamente enWimbledon. Pero Imaz hizo su aparición pública en el palco del torneo de Paris-Bercy y en la Copa Masters de Londres, junto a Becker, Marian Vajda y el resto del cuerpo técnico. "La prioridad de Novak es equilibrar su energía vital. Ahora está enfocado en estar a gusto consigo mismo y trabajar el tenis en este aspecto", decía Imaz en una entrevista a Movistar+ tras perder la final del Masters.

"Fue precioso ver como tras perder volvió a su habitación con Jelena --la mujer de Djokovic--, con su hijo, a darle las buenas noches. Y yo tuve la oportunidad de asistir a esos momentos, de ver su naturalidad, de una vida que continuaba, por supuesto con un deseo de querer seguir jugando al tenis, de hacerlo lo mejor posible, pero con otro enfoque", decía Imaz.

No parece de la misma opinión Becker que, según el diario 'Bild', le dijo a Djokovic: "O Pepe o yo". Para el triple campeón de Wimbledon, Djokovic "no ha trabajado como debía hacerlo en estos seis últimos meses y las victorias no llegan apretando un botón".

El extenista alemán explicó que la ruptura había sido "consensuada" y se declaró como "el mayor fan" de Djokovic, del que está convencido que "volverá a ser el dominador del circuito, pero hace falta que vuelva a trabajar, a entrenarse y concentrarse en su tenis". Al lado del alemán desde diciembre del 2013, Djokovic ha ganado 25 de sus 66 títulos, entre ellos seis Grand Slam (Australia, 2015 y 2016; Roland Garros, 2016; Wimbledon, 2014 y 2015 y US Open, 2016), además de ser el número 1 mundial hasta ceder su trono a Andy Murray en el último Masters. "Los objetivos que me marqué cuando empezamos a trabajar juntos se han cumplido completamente. Hay que plantearse nuevos retos para el 2017", explicó el tenista serbio en el comunicado que anunciaba la ruptura.

En su día, el fichaje de Becker fue cuestionado, pero Djokovic lo tuvo claro. "Siempre que haces un cambio en tu vida, supone un riesgo", dijo entonces. Ahora será lo mismo. De momento busca a alguien que ocupe la silla vacía del alemán en una drástica decisión que ha tenido poco de ese amor y paz que pregona Imaz a Djokovic.