José María Gutiérrez, como prefiere que le llamen desde que asumió la dirección técnica del Almería, se encuentra en la cuerda floja. Su equipo se mantiene en la zona alta de Segunda, pero la derrota en Huesca (3-2) de este sábado, unida a los rumores de una posible fiesta en un local de la noche almeriense, han dejado tocado el exjugador del Madrid.

Guti fue expulsado este sábado en El Alcoraz por increpar al árbitro al final del encuentro contra el Huesca. El técnico se defendió después de la información publicada por la revista 'El Balón', en la que se aseguraba que cerró un conocido local para una fiesta con una parte de la plantilla.

"MI VIDA ES ORDENADA"

El antiguo centrocampista, de 43 años, fue contundente: "Si alguien encuentra una imagen mía en una discoteca de Almería presento mi dimisión y devuelvo todo el dinero que me haya pagado el Almería. Tengo la conciencia tranquila. Mi vida es ordenada, me levanto pronto para estar con mi hijo, ir al trabajo, volver con mi familia... No tengo tiempo para nada más", aseguró Guti.

El Almería solo ha sumado un punto en las cuatro últimas jornadas y las aguas bajan revueltas por el club. El proyecto rojiblanco del jeque Turki Al-Sheikh corre peligro si el equipo no sube a Primera y ya han aparecido los primeros nombres para sustituir a Guti, empezando por el almeriense Francisco, un técnico que sonó, por ejemplo, para el Espanyol tras los despidos de Gallego y Machín.