El Castellón agrava su situación deportiva con su clara derrota matinal, ayer, en el Martínez Valero (2-0). Con destacadísimas bajas, Manu Calleja apostó por una interesante propuesta, que saltaba por los aires cuando Habibe, delantero del Elche B, aprovechaba sendos despistes defensivos para, en los minuto 15 y 18, batir a Zagalá. La capacidad de respuesta fue escasa, al amparo de las sensibles ausencias. Hasta el punto de que el resultado puede considerarse hasta exiguo.

Sin Abraham ni Marenyà, Chema actuó como lateral derecho, con una banda izquierda formada por los López, Jesús atrás y Álex por delante. El resto del equipo era el esperado, casi tanto como un banquillo formado por Fonte, Joao y dos chavales del filial en disposición de debutar con el primer equipo: Blay y un Álex Salt que, por fin, lo hizo.

PUESTA EN ESCENA

La idea de Calleja era cerrar los espacios interiores a los habilidosos futbolistas franjiverdes y, durante el cuarto de hora inicial, funcionó, jugándose más en campo local y sin apuros para Zagalá.

Sin embargo, un despiste, a la salida del primer saque de esquina de la matinal, propiciaba el remate a placer de Habibe. En los últimos tiempos, si a este Castellón le ha costado asimilar un golpe, un segundo, encadenado además, le terminó de noquear. Tres minutos después, Habibe doblaba el botín, el suyo y el del equipo. Como el domingo pasado en Silla, dos goles en contra en muy poco tiempo, producto de dos desatenciones imperdonables en un equipo que quiere luchar por estar arriba.

TODAVÍA PUDO SER PEOR

El Castellón no espabiló y, ya en la primera parte, pudo recibir un daño mayor. Javi Llor, en los peores momentos de los albinegros, estrellaba un balón en el travesaño. Incluso en la recta final del primer acto, Caballero volvía a toparse con el palo. Javi Zarzo, el más incisivo de los orelluts, tenía prácticamente la única ocasión reseñable para haber recortado las distancias, antes de los dos remates a la madera del Elche B.

El segundo tiempo arrancaba igual, con la sensación de que el 3-0 estaba más cerca que el 2-1. Calleja iba poblando el equipo de delanteros, desguarneciendo a Zagalá. Lo cierto es que fueron 45 minutos en los que cada equipo reclamó al menos un par de penaltis en cada área, pero González Peris no estaba por la labor.

Ximo Forner y Esaú, en la misma acción, acariciaron el 2-1, como Lolo Ivars y Fonte (éste, nada más salir), aunque un exceso de adornos en los talentosos futbolistas ilicitanos ha frustrado más de una oportunidad.

La segunda parte resultó mucho más pareja, pero condicionada por un marcador tan adverso. El Castellón porfió para lograr ese tanto que le devolviera al partido, aunque entre lamentos de diversos tipos, no llegó.

ADVERSIDADES

El Castellón tiene que luchar con unas crecientes adversidades. Los play-off corren serio peligro, porque los rivales directos no esperan a que escampe para los albinegros.

Además, el Castellón hace gala de una alarmante falta de recursos, a medida que pierde a jugadores por lesión. El Martínez Valero no vio, ni de lejos, la mejor versión de los orelluts, que empiezan a descolgarse del pelotón de aspirantes en medio de la grave problemática, económica y social, que vive la entidad.