Quien pensase que la llegada de Sergi Escobar al banquillo del primer equipo del Castellón llevaba implícito movimientos, en forma de efectos colaterales, en la plantilla, se equivoca. Al menos a corto plazo, porque el almazorense repartirá minutos en el próximo mes, antes de evaluar las necesidades, en forma de altas y bajas, que puede requerir.

Durante la semana y poco que lleva al frente del Castellón, Escobar ha mantenido charlas individualizadas, tratando de conocer de primera mano las impresiones de cada jugador, rehabilitar a los que peor lo estaban pasando por la falta de oportunidades... El siguiente paso de su particular terapia es la de prometer minutos para todos en el próximo mes, antes del parón navideño.

El técnico, mientras saboreaba todavía ese espectacular estreno (0-3 en un escenario tan difícil como La Magdalena, frente a un Novelda que, aún en horas bajas, es peligroso), ya anticipaba que no repetirían los once en el siguiente encuentro, ya de forma completamente oficial este domingo al mediodía en El Palmar, un desplazamiento similar al del pasado domingo y al que se encontrarán, por tercera semana consecutiva, en la siguiente jornada, cuyo rival será el Recambios Colón, en el campo El Perdiguer, de Aldaia.

Unas rotaciones encaminadas no tanto a repartir las cargas físicas --que también, porque Escobar, como antes Frank Castelló, todavía no tiene a toda la plantilla a su entera disposición--, como a demostrar, cada uno, si se sube al tren, en palabras del propio entrenador almazorense. Sin ir más lejos, puede tener hasta tres ausencias para el domingo.

El mejor ejemplo de que cualquiera puede ver cambiado su rol, es ver cómo Iván Sales pasó, en siete días, de la grada al once.

El Castellón cuenta con 21 jugadores y, debido a la configuración de la plantilla y a la reglamentación de la categoría, solo podría incorporar a un sub-23 sin tener que dar alguna baja.

LA EXCEPCIÓN // Mientras la mayoría de rivales directos no para de retocar sus respectivas plantillas (el mercado está abierto, de forma ininterrumpida, hasta el 31 de enero), el Castellón, a diferencia de lo que es habitual, acaba de sumar tres meses exactos desde su última incorporación (el fichaje de William Domingues). Y, a corto plazo, tampoco da la sensación de que tampoco vaya a cambiar la situación...