En el proceso de desescalada en el que se encuentra España por la crisis del coronavirus todo sucede muy rápido. Hace algo más de un mes existían serias dudas en torno al regreso de la Liga, cosa que ya será una realidad en una semana. Ahora el nuevo debate se centra en la presencia o no de público, un aspecto que también se va precipitando.

Es seguro que las dos próximas jornadas se disputarán a puerta cerrada. También parece improbable que acaben ocupándose algunas butacas en el tramo final del campeonato, pero ya no es imposible. El plan inicial, que incluía partidos con un 30% del aforo solo a partir de septiembre con la nueva temporada, puede sufrir algún retoque.

LA PETICIÓN CANARIA

Miguel Ángel Ramírez, el presidente del Las Palmas, fue el primero en agitar el árbol. Consciente de la excelente situación epidemiológica de la isla, planteó la posibilidad de abrir el estadio al público el 13 de junio en el regreso a la competición en Segunda ante el Girona.

Su idea es organizar con seguridad el partido con un máximo de 11.000 espectadores, lo que supone un tercio de la capacidad del recinto y también la media de asistencia de esta temporada. Gran Canaria entrará en la fase 3 el próximo lunes. El debate, sin embargo, es mucho más complejo, pues afecta a todos los clubs y no habrá agravios comparativos.

PORTUGAL Y BULGARIA

"Nosotros no queremos generar un conflicto, pero creemos que esto es bueno para Canarias y España. Si no se ve así competiremos como el resto de equipos. Queremos mostrar al mundo que Canarias no solo es un destino de sol y playa, también es un destino seguro", reflexionó el dirigente, que pronto encontró el respaldo del Oviedo.

El encuentro, finalmente, se jugará a puerta cerrada, como todos los correspondientes a las primeras jornadas, situación que también se ha producido en la Bundesliga o en la Liga portuguesa, que se reanudó este miércoles sin afición. Este viernes, en cambio, volverá el torneo búlgaro con hinchas en un 30% del aforo. Rusia abrirá el 10% de los estadios.

SIN RESPUESTA FIRME

Fernando Simón, siempre atento a cualquier novedad, no descartó la posibilidad de que puedan entrar aficionados en los estadios españoles en la fase 3, listón que ciudades como Barcelona o Madrid no alcanzarían hasta el 22 de junio. "Hemos discutido algún aspecto clave como la presencia o no de público en las gradas. No se ha dado ninguna respuesta cerrada, obviamente porque no se puede ahora mismo. Pero sí que es cierto que el ministerio se ha comprometido a hacer una evaluación de los riesgos. Y en el caso de que en la fase 3, según la situación epidemiológica, sí se pueda hacer, se hará", explicó el experto.

La idea, sin embargo, no encontró excesivo apoyo en algunos colegas, que ven demasiado arriesgada esa apertura. Antoni Trilla, jefe de epidemiología del Hospital Clínic, abogó ayer por "mantener los partidos a puerta cerrada" para evitar agravios comparativos y apuntó dos condiciones imprescindibles para volver a ver hinchas en septiembre: que todos los equipos estén en la misma situación y que los aforos se reduzcan al 30%.

QUEMAR ETAPAS

"La vuelta del público debe hacerse de forma que se garantice la igualdad entre los clubs y se respete la integridad de la competición. Debemos tener cautela. No adelantemos los plazos y seamos prudentes. Cuando toda España esté en las mismas condiciones ya no habría desigualdad y será cuestión de estudiarlo. Iremos quemando etapas", resumió Lozano.

El derbi andaluz por excelencia protagonizará el regreso en un Pizjuán sin público. Pocos partidos se viven con más pasión que un Sevilla-Betis. "Yo soy el primero que quiere ver a la afición en nuestra casa, pero por ahora es prácticamente imposible. Debemos tener paciencia, hablamos de cosas muy serias", aseguró José Castro, el presidente de un Sevilla que espera mantener su plaza de Champions en un retorno que todavía puede deparar muchas sorpresas.