Todas las escuderías de F-1 esperaban con ansia poner sus coches por fin en la pista de Albert Park en el inicio del Gran Premio de Australia. Necesitaban probar las últimas evoluciones incorporadas a los coches tras las dos semanas de pretemporada en Montmeló. Los test de invierno, solo cuatro días, resultaron raquíticos para todos, pero la lluvia en las dos sesiones de libres en Melbourne ha impedido un trabajo clave para ajustar los últimos reglajes de cara a la carrera del domingo. “Estamos como el último día de Montmeló, porque no he hemos podido trabajar en casi nada”, explica Marc Gené, piloto de pruebas de Ferrari. A todo el mundo se le amontona el trabajo para el sábado, a todo el mundo menos a Lewis Hamilton, protagonista de un incidente con las autoridades en la víspera de la sesión. El campeón de las dos últimas temporadas dominó con autoridad las dos sesiones inmune a los los de su vida social, a la lluvia, al viento… a todo.

Nico Rosberg, su compañero, estrelló su Mercedes contra las protecciones en la segunda sesión, justo cuando ambos coches habían colocado el último morro y alerón delantero, un contratiempo para su moral y para el equipo, al que solo le queda un repuesto para el alemán.

Como siempre que asoma la lluvia, emerge la figura de Carlos Sainz. Ya fue el mejor piloto de la sesión libre sobre agua del pasado año enSuzuka. Después de unos problemas con el conducto de gasolina que le impidieron rodar en la primera manga, finalizó quinto en la segunda, tan rápido como siempre, sin un solo error, quizá alertado del trompo que casi cuesta un disgusto más serio a su compañero Max Verstappen en la segunda sesión.

La lluvia, una pista mojada, siempre enmascara los problemas de potencia de cualquier coche. Esa es una de las razones para ver aFernando Alonso en quinta posición de la segunda manga. "Hemos podido completar bastantes vueltas y más o menos hemos sido competitivos, me he sentido cómodo y veremos mañana qué tal se pone la cosa, de momento el día bien, ha empezado bien. Nos quedaron cosas pendientes por probar, los frenos no teníamos las condiciones. El coche bien, sin ningún problema, como digo, buen comienzo, el día de mañana cuando llegue la hora de la verdad no estaremos tan delante pero ha ido mejor de lo esperado”.

Algo que sí pudo hacer el asturiano fue probar los protocolos de salida. "Nos han patinado bastante los neumáticos, esperamos hacer la salida el domingo en seco. Éstas son pruebas más para el equipo que para nosotros. Estoy contento de estar en el coche otra vez, en un circuito diferente al de los test, que siempre es una prueba de fuego para el coche porque puedes estar en Barcelona muchos días rodando y tener un set-up perfecto y te sorprende y para nosotros la sorpresa ha sido el lado positivo.