Lewis Hamilton, que sigue sin saber quién será su compañero en Mercedes en el próximo Mundial y que deberá esperar hasta dentro de unos 15 días -no está previsto que se anuncie hasta pasado el 3 de enero- parece que tampoco ha olvidado los roces que tuvo con Mercedes durante la celebración del último Gran Premio del año, el de Abu Dabi, e incluso tras la disputa del mismo y la consecución del título mundial por su compañero, Nico Rosberg.

El piloto británico iba situado en primer lugar en dicha prueba, intentando reducir su velocidad con el fin de que Vettel y Verstappen pudiesen adelantar al alemán. Fue entonces cuando Paddy Lowe le insistió por radio, avisándole de que si no aumentaba su velocidad acabaría perdiendo la carrera. Unas indicaciones a las que Hamilton hizo caso omiso.

Como consecuencia, Toto Wolff criticó la actitud de su piloto una vez concluida la carrera, y anunció que tomarían medidas de cara a la próxima temporada.

Este fue uno de los «muchos momentos incómodos del año», según ha asegurado Hamilton en una entrevista con el diario inglés The Telegraph, al que ha confesado que «al final, viendo lo que se dijo después de aquello, me siento faltado al respeto por los individuos que hablaron».

El inglés ha sido tajante al afirmar que en modo alguno pensó que ocurriría algo así. «Definitivamente no esperas eso de aquellos que están al cargo de tanta gente», añade Hamilton, que además dejó claro esta semana que no se enfrentará a cualquiera que sea su compañero, pero insistió en que Mercedes debería velar por el bien del equipo.

Y por si hubiera dudas, al preguntársele si la situación ha quedado resuelta, el británico afirma que «no, no lo ha sido».

Se llega así a las últimas fechas del 2016 con este tema todavía pendiente, a pesar de que el propio Wolff reconoció hace poco que el equipo de Mercedes se equivocó al dar órdenes de equipo en Abu Dabi.