El Castellón agoniza. Ahora, sin paños calientes. Más que nunca. La Semana Santa ha reflejado los momentos más bajos de un club que lleva seis temporadas en la cuarta categoría del fútbol español. El corte de la luz del estadio y las manifestaciones públicas de varios jugadores, reflejando que ya no pueden aguantar más impagos y mentiras, soliviantan aún más al albinegrismo. Algunos reaccionan y, como Mediterráneo reflejaba ayer, costean de su bolsillo la manutención de los futbolistas que peor lo están pasando. Mientras, David Cruz encamina al Castellón hacia el abismo, sin dar soluciones, ni dejar que otros puedan aportarlas.

El 5-1 al Borriol ha sido eclipsado por la situación convulsa del club. Curiosamente, hasta el corte de luz de Castalia, por los impagos, ya ha quedado en un segundo plano. Los jugadores están disfrutando de unas pequeñas vacaciones de casi cinco días, aunque tal vez la palabra disfrutar no sea la correcta. Todos están pendientes de las redes sociales y de los servicios de mensajería, aguardando noticias esperanzadoras que no llegan. Esta semana es otra de las semanas en las que algo debería suceder, con el supuesto fin de la fallida ampliación de capital y ver las consecuencias de las denuncias públicas de cuatro jugadores que han secundado varios más.

la LUCHA DEPORTIVA // Parece mentira, pero el Castellón, deportivamente hablando, también se juega la vida. La pelea por los play-off -o sea, la lucha por el ascenso a Segunda B- está en juego, aunque los albinegros la afrontan en una completa y absoluta desigualdad de condiciones respecto a la de sus rivales, que solamente el amor propio, la profesionalidad y el espíritu competitivo elevado a la máxima potencia de la plantilla consigue neutralizar.

Además, al margen de todo lo que están viviendo, todo lo que están sufriendo, tampoco está teniendo suerte. Ni con los resultados de los rivales directos, ni con el grupo de aspirantes al ascenso, ni con el calendario que le queda. Cierto es que el Castellón depende de sí mismo, pero para no perder esta ventaja, estaría obligado a sumar 10 de los 12 puntos que le restan. La competición no solo no da un respiro a los albinegros, sino que les aprieta.

Habrá que ver hasta cuándo aguantan, si mañana regresan todos, si Cruz toma alguna represalia... Porque cada día que pasa, la situación se torna más negra.