Hace justo un mes nada podía hacer pensar que el Villarreal se encontraría en una situación tan positiva como la actual, en plaza europea en la Liga y como uno de los cuatro equipos invictos que quedan tras las primeras cinco jornadas, después de conseguir salir con vida de un Bernabéu que casi siempre destroza a sus rivales. Hace un mes, en cambio, todo era zozobra. El Submarino seguía lamiéndose las heridas de una transición traumática en el banquillo, fuera de la deseada Champions y con un Madrigal con división de opiniones.

Han pasado cinco encuentros de Liga y otro de Europa League y el sol vuelve a brillar en el Villarreal. Las buenas sensaciones han vuelto, la grada rema en la misma dirección y en la Ciudad Deportiva, en el día a día, las caras largas han dado paso a una alegría que se deja notar en cada uno de los entrenamientos del equipo. Un momento idílico.

Tanto que Fran Escribá percibe como peligroso este halo de extremo optimismo que parece rodear ahora a su equipo. Mañana llega al Madrigal el Osasuna, el colista, un rival, según las propias palabra de Escribá, “herido”. Y ahí reside su peligro. “Hay que controlar la euforia”, recomienda el técnico más que a su plantilla, a la que ve “con la cabeza en el Osasuna”, lo que le deja “tranquilo”, a un entorno que vuelve a acostumbrarse al caviar tras un pequeño paréntesis de bocatas. “Necesitamos el apoyo de la gente”, reclama Escribá a una afición que tendrá que apretar para presionar a un Osasuna que, pese a llegar con cero victorias y en el fondo de la tabla, “ha tenido opciones en todos sus partidos”.

UN PARTIDO “REDONDO” // Escribá espera que ese extra de la grada ayude a “sufrir menos” que en el último encuentro en el Madrigal para conseguir una victoria que asiente al Villarreal en las plazas europeas. El equipo hará el resto, que no es poco. “Necesitamos un partido redondo, que el Osasuna no crezca con nuestros errores”, sostiene el preparador amarillo, que no dio ningún tipo de pistas sobre los cambios que planea con respecto al último partido en el Santiago Bernabéu: “No hago rotaciones para tener a la gente contenta y siempre sacaré el once que crea mejor para un partido”.

Opciones y variantes no le faltarán a Fran Escribá, que poco a poco va descubriendo --y corrigiendo, en algunos casos-- a sus jugadores. “No podemos renunciar a ningún estilo”, reconoce el técnico, que ya ha utilizado tres dibujos diferentes en su aún corta etapa en el Submarino.

INDIVIDUALIDADES // “Con Chery y Castillejo seremos más verticales y directos, pero no podemos renunciar a lo que nos ofrecen otro tipo de jugadores que no van especialmente bien al espacio, pero tienen buena técnica. Sansone puede jugar en banda, a Roberto Soriano le pido que llegue más a portería y él se siente más cómodo como medio ofensivo… Hablamos siempre del 4-4-2, pero tenemos jugadores que nos permiten otras cosas y debemos aprovecharlo”, analiza el míster. H