Moi Gómez (Rojales, 1994) llegó al Villarreal CF con apenas once años procedente de la cantera del Alicante CF. Se había formado en el CD Thader y, desde bien pequeño, soñaba con ser futbolista profesional. El Submarino le dio una base, llegando a debutar en Primera de la mano de Juan Carlos Garrido. Pero el centrocampista alicantino necesitaba más y optó por marcharse en busca de minutos. Jugó en el Getafe, Sporting de Gijón y Huesca, y este verano el club de la Plana Baixa volvió a llamar a sus puertas. Desde su llegada, se ha ganado la confianza de Javi Calleja y es un fijo en los esquemas del técnico madrileño.

--El equipo ha afrontado el parón liguero en la undécima posición y a dos puntos de la zona europea, ¿qué balance hace?

--La temporada está siendo buena. Es verdad que nos hemos dejado puntos y creo que fuera de casa nos está costando bastante, pero en La Cerámica el equipo está siendo fiable. Tenemos que centrarnos para revertir esta situación porque jugando lejos se nos están yendo los partidos por pequeños detalles. Tenemos que dar un paso al frente y estar mucho más concentrados.

--¿A qué detalles se refiere?

--Son cosas de dentro que tenemos que corregir nosotros. Si queremos mirar hacia arriba, hacia Europa, fuera de casa tenemos que ser un equipo como en casa, fiable, y esa es una cuestión que tenemos que tratar de mejorar rápidamente.

--¿Es quizás un aspecto psicológico del que habla?

--Sí, es posible. El último día en Mallorca, los dos penaltis que nos pitan en veinte minutos nos afectaron, por eso creo que debemos mejorar en ese aspecto y que las decisiones no nos afecten aunque es muy complicado. Pero insisto en que si queremos estar arriba a final de temporada, tenemos que sacar todos los partidos y más contra los rivales de nuestra lucha. Hay que trabajar y mejorarlo desde ya.

--Se refiere a la decisiones arbitrales y el VAR, ¿qué opinión le merece este sistema?

--El criterio no siempre es el mismo. El otro día, la mano contra el Athletic no la revisaron cuando en otros partidos sí lo hicieron… Y claro, nuestra pregunta es: ¿por qué en unos partidos sí y en otros no? No está siendo el mismo criterio y creo que deberían rectificar. No queremos ni que nos den ni que nos quiten, solo que sean justos con todos.

--Dejando a los árbitros de lado, uno de los puntos fuertes de este Villarreal está siendo el acierto ofensivo que se está teniendo.

--Sí, la gente de arriba tiene mucha ambición. Llegamos con muchos jugadores al área aunque en muchas ocasiones tenemos que tener más tranquilidad con el balón, moverlo de un lado al otro, tener más equilibrio y ser más un bloque, que a veces eso no los estamos haciendo bien y nos acaba pasando factura.

--En cambio, a nivel defensivo se han encajado muchos goles.

--En ese sentido no solo ha de trabajar la defensa, tenemos que trabajar todos los jugadores del equipo, ser más contundentes y mejorar para encajar menos goles en los partidos.

--¿Es esa ansiedad la que genera esos errores de los que habla?

--Sí. Hay un gran equipo, tanto defensiva como ofensivamente, y tenemos un gran bloque para hacer un gran año, pero tenemos que cuidar ese tipo de detalles.

--La temporada pasada se sufrió muchísimo y se han producido algunos cambios en la plantilla. Usted que vino este verano, ¿qué vestuario se encontró?

--Es un vestuario muy sano, con grandísimas personas. Es un grupo espectacular, gente muy cercana y todos nos llevamos bien. Cuando yo llegué, ya conocía a mucha gente porque ya estuve aquí en una etapa anterior, pero a los nuevos nos han acogido muy bien y es de agradecer.

--¿Y qué tal con Javi Calleja? ¿Había coincidido con él?

--Sí, cuando yo estaba en el primer equipo él entrenaba al filial y siempre nos hemos saludado en la cafetería o por los pasillos. Ahora me está dando mucha confianza, el club también apostó fuerte por mí a la hora de traerme de vuelta y eso significa mucho para mí. La verdad es que me podrán salir mejores o peores partidos, pero el trabajo, el esfuerzo y el sacrificio nunca va a faltar.

--Se marchó en 2015 en busca de una mayor experiencia y ha pasado por distintos clubes, pero el Villarreal nunca ha dejado de seguirle y por eso se guardó una opción de recompra. En estos años, ¿qué relación ha mantenido con el club?

--Yo siempre he tenido el cariño por parte del club. Vine con once años y siempre me han tratado como un hijo. Llegué muy pequeño y he pasado muchos años aquí, y cuando me fui quería tener más minutos, ganar experiencia y madurar para hacer grandes temporadas porque mi sueño era volver al Villarreal. Este año se ha dado y estoy aquí para darlo todo.

--¿Cómo recibe esa llamada del Villarreal este verano?

--Estaba en Gijón entrenando como uno más y mi pensamiento era estar allí, pero una mañana mi representante me llama y me comunica la opción del Villarreal. Al principio pensaba que me estaba gastando una broma porque mi sueño siempre ha sido volver porque este es el club de mi vida. Llamé a mi familia y no me lo pensé. Este club siempre me ha tratado muy bien y es uno de los mejores de España. Para mí estar aquí es un orgullo.

--¿Qué les da el Villarreal que siempre quieren volver?

--El concepto de este club es ser una familia. Cuando yo vine siendo pequeño, no tenía a mis padres y al final los tutores, José Ramón y la gente de tu misma edad que eran como tus hermanos acaban siendo tu familia. Y esa sensación y ese cariño lo encuentras en pocos sitios.

--¿Qué recuerdos tiene de esos primeros días en la residencia?

--Recuerdo que a los cinco o seis meses de estar aquí me fui a casa y no quería volver. Me costó mucho separarme de ellos y, de hecho, lloraba todas las noches. La encargada de la lavandería era como si fuera mi madre y era la que me consolaba.

--Imagino que esa experiencia le marca, ¿no es así?

--Cuando con once años te separas de tu familia, a la que estás muy pegado, es algo muy duro, pero aquí siempre me he sentido querido. Han estado cerca de mí en los momentos más malos y, aquellos días cuando me fui, me di cuenta de que tenía que volver para conseguir mi sueño.

--¿Cómo ha cambiado Moi Gómez respecto a esa etapa?

--A nivel personal, ahora con 25 años tengo una hija de dos y eso te cambia la vida. Y, a nivel futbolístico, cuando estaba aquí no valoraba quizás lo que era el club porque era muy joven y me faltaba esa experiencia y madurez que creo ahora sí tengo. El Moi de ahora es mucho más maduro y experimentado.

--De todas las etapas que ha vivido en otros clubs, ¿qué resumen haría de cada una?

--La verdad es que siempre he estado a gusto en todos los clubes en los que he estado y siempre me han tratado bien. En el Getafe lo malo fue el descenso, igual que en el Sporting. Y luego en Huesca ascendimos un año y descendimos al siguiente, pero en todos los sitios en los que he estado tanto mi familia como yo nos hemos sentido muy bien.

--Son, en total, tres descensos en su carrera, ¿le han marcado?

--Los descensos son la cara mala del fútbol, pero me han hecho madurar. Al final hay que seguir para adelante con fuerza y marcarse otros objetivos.

--Su fichaje pilló a más de uno por sorpresa, pero desde el primer día usted lo ha justificado con trabajo. ¿Pensaba tener tanta presencia en el equipo?

--Yo sabía que aquí hay grandísimos jugadores y que iba a costar mucho jugar. Mi idea era venir, dar lo máximo de mí, ayudar al equipo cuando me tocara salir… pero sí que es verdad que el míster me está dando confianza y yo trato en cada partido de darlo todo.

--Sus números hablan por sí solos: 803 minutos, doce partidos jugados y diez de ellos como titular. ¿Lo esperaba?

--No, la verdad es que no. Sabía que podía costarme porque hay mucha competencia, pero al final los unos a los otros nos hacemos mejores. Yo venía a trabajar y esperar lo que fuera.

--¿Se encuentra cómodo con los sistemas que está empleando Calleja esta temporada?

--Tenemos varios sistemas, pero ahora con el 4-3-3 me siento cómodo y el equipo también.

--Tras descender con el Huesca recae en un club en el que, una vez se consiga la salvación, el objetivo es pelear por Europa. ¿Es mucha responsabilidad?

--Más que una responsabilidad es una motivación. Después del año pasado el primer objetivo es la permanencia, pero luego hay equipo de sobra para estar en Europa y creo que este parón nos ha de servir para hacer autocrítica, corregir cosas que no estamos haciendo bien y pelear por ser un equipo más potente fuera.

--En este primer tramo de la Liga se ha visto que hay equipos más humildes que están arriba. ¿Tan igualada está la competición?

--Cada partido cuesta ganarlo un mundo. Cada año que pasa la Liga sigue creciendo y los equipos que han ascendido ya ves cómo están, haciendo una buena temporada. Está demostrándose que cualquiera puede ganar a cualquiera y eso dice mucho de la competencia que hay en el campeonato. Creemos que va a ser un año muy igualado en el que vamos a tener que hacer las cosas muy bien para estar arriba.

--Si no se llega a Europa, ¿sería una decepción para ustedes?

--Puede ser. Hay equipo para hacer grandes cosas este año y una de ellas es entrar en Europa. No sé si será una decepción o no, pero hay plantilla para conseguilo.

--¿Le gustaría volver a jugar en Europa como ya hiciera años atrás con este mismo club?

--En mi anterior etapa tuve la oportunidad de jugar la Europa League y es algo muy bonito, claro que me gustaría.

--Después del parón llega a La Cerámica el Celta de Vigo. ¿Cómo se afrontará ese encuentro?

--Es un partido importantísimo. Si queremos estar arriba tenemos que ganar este tipo de encuentros. En casa estamos siendo un equipo fiable, nos encontramos bien y hacemos mucho daño al rival, salvo el otro día en el empate ante el Athletic cuando el equipo mereció más porque tuvimos muchas ocasiones pero no las materializamos.

--El buen hacer del equipo se refleja también en la convocatoria de la selección, en la que se encuentran Raúl Albiol, Gerard Moreno, Santi Cazorla y Pau Torres.

--Es algo muy positivo para nosotros. Cuando lo haces bien en tu equipo tienes la oportunidad de poder ir con España y que vayan cuatro jugadores nuestros es un plus. Sobre todo, al ver a gente como Santi (Cazorla) quien, tras la lesión que ha tenido, está a un grandísimo nivel. Es un placer tenerlo como compañero y verle jugar porque te hace disfrutar. También Raúl Albiol, que es un grandísimo futbolista, muy experimentado en la selección; y luego Pau, que es muy joven pero tiene una gran proyección, y Gerard, que también se lo merece por todo lo que trabaja. Ojalá sean muchas más convocatorias.

--Habla muy bien de sus cuatro compañeros pero, a nivel de vestuario, ¿qué jugador es el que más le ha marcado?

--Uno de mis pilares siempre ha sido Santi (Cazorla). Cuando yo era muy joven me asomaba al balcón de la residencia para verle entrenar y era un espectáculo. Imagínate ahora que lo tengo de compañero y juego con él. Y mi otro referente ha sido Bruno Soriano, con el que he tenido la suerte de compartir muchas cosas. En mi época anterior ya estuve con él, pero la pena es que ahora está luchando y sufriendo mucho y, aún así, sigue trabajando con la esperanza de poder volver porque es un luchador.

--¿Cómo le ve?

--Nosotros intentamos cada día estar cerca de él y animarle. Él tiene a Sergio (Asenjo) y a Santi (Cazorla) como reflejo ya que son dos jugadores de superación máxima. Nos gustaría que volviera lo antes posible porque es un jugador diferente.