El 11 de agosto del 1984 los nombres de José Manuel Abascal (17 de marzo del 1958, Alceda, Cantabria) y Andrés Vera (31 de diciembre del 1960, Castellón) quedaron unidos para siempre en la final de los 1.500m de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84. El primero logró un bronce que suponía la primera medalla del atletismo español en pista, y el segundo superaría también todas las expectativas con un séptimo lugar. 35 años después ambos han vuelto a reunirse, y lo han hecho en Castellón con motivo de la III Carrera Popular Romería a la Magdalena, que se disputa este sábado a las 16.00 horas.

La prueba está organizada por la Colla del Rei Barbut, a la que acaba de incorporarse Vera, que también debuta como responsable de relaciones institucionales del Playas de Castellón y ha invitado a Abascal para rememorar este sábado, a las 11.00 horas en los salones de la Diputación, una carrera histórica de la que pueden aprender mucho las nuevas generaciones. Pese a que la vida apenas les ha reunido en un par de ocasiones durante estos años, ambos han mantenido el contacto y el cántabro no ha dudo en desplazarse a la capital de la Plana, que este sábado podrá disfrutar de una auténtica leyenda del atletismo que abrió caminos en este deporte.

Ambos inciden en la importancia de «trasladar a los jóvenes esos valores que nos dio el deporte, como la dedicación, el esfuerzo y la disciplina, que luego nos han servido en la vida».

Abascal se muestra «orgulloso de haber hecho deporte; aunque no hubiera logrado medallas ni récords, me ha permitido formarme y educarme, viajar por todo el mundo y hacer grandes amistades, experiencias que de otro modo no hubiera podido vivir. Y encima tuve la suerte de que gracias a mi esfuerzo, a mi entrenador y mi familia, pude entrar en la élite mundial y llegué hasta donde pude porque lo di todo».

de castellón a los ángeles / Vera quiere compartir este sábado «cómo un chaval de 17 años que empieza a hacer atletismo en Castellón acaba en una final olímpica, algo que nunca hubiera imaginado. Pero si te fijas objetivos, trabajas y perseveras, puedes alcanzar metas que lo compensan todo y que luego te sirven en tu vida profesional. Cuando has entrenado duro y te has enfrentado a la presión de un estadio abarrotado, puedes afrontarlo todo».

Los dos exatletas reconocen que la transición del deporte a la vida profesional no es fácil. Abascal recuerda que «acabé mi carrera deportiva a los 30 años, cansado tras una vida muy intensa, de constantes viajes y entrenamientos exhaustivos. Llega un momento en el que ves que no vas a mejorar, que has llegado al máximo y es hora de salir. En mi caso cambié el chip muy bien y la vida profesional resultó más fácil por la mochila de valores que me había dado el deporte».

Vera también apunta que «se viven momentos muy duros, yo no sabía a qué quería dedicarme pero sí a qué no. Siempre había sido emprendedor y me acabé orientando al marketing».

Por ello no dudan en «animar a los jóvenes a practicar deporte de forma seria, esforzándose al máximo por llegar lo más lejos».

reliquias de la final / Vera tiene previsto mostrar este sábado en su charla las zapatillas con las que corrió aquella final, unas Nike «como las que llevábamos casi todos los finalistas ya que nos patrocinaba esa marca», recuerda Abascal. El castellonense también traerá su diploma olímpico, aunque su compañero lo tiene más difícil para mostrar su medalla de bronce. «La tengo colocada en un gran cuadro tallado en madera que me regaló poco después de la final un hombre al que no conocía de nada. Vino a mi casa desde Torrelavega y dijo que quería hacerme aquel obsequio. Mis mayores trofeos están en ese marco, pero aunque después he intentado localizarlo para darle las gracias no me ha sido posible».

En una época como la actual, en la que el running se ha convertido en un deporte de masas, Abascal aún recuerda «cómo cuando nosotros empezamos a correr nos miraban raro. La sociedad ha evolucionado y ha visto que el ejercicio físico es un gran aliado de la salud, por lo que ahora estás en fuera de juego si no practicas algún deporte».

Vera considera que «el atletismo popular ha hecho posible que corra gente que nunca hubiera pensado en hacerlo, ya que solo necesitas comprarte unas buenas zapatillas, no necesitas federarte o estar en un club como en el atletismo en pista». El castellonense hace hincapié en que «hay que unir esos dos ámbitos, el atletismo profesional no puede estar de espaldas al running popular, tienen que ser complementarios, nutrirse el uno del otro, porque quienes corren están dispuestos a gastar dinero en zapatillas, un gps o ropa, y las marcas patrocinadoras quieren estar en una carrera como el maratón de València o el de Castellón, que el pasado domingo fue espectacular».

Volviendo la vista atrás, Abascal afirma que volvería a hacer «exactamente igual» una carrera que ha visto mil veces. «Sabía que había que dar el último arreón, dejarse la vida y atacar sin miedo». En cambio, Vera afirma que «sí hubiera hecho las cosas de otro modo, tal vez me pesó que no pensaba que llegaría tan lejos y eché en falta tener allí a mi entrenador para que me guiase».