El cambio de entrenador le ha sentado de maravilla a Albert Pedra: ha pasado de tener un papel más que residual con Frank Castelló, a ser una de las agradables sorpresas. El técnico ha rescatado del ostracismo al vinarocense y, de paso, ha dado galones a Amine Bouhou, quien siempre tendrá mucho que agradecer al almazorense, a quien puede considerar su padre deportivo, por su estreno en Tercera División. Los dos cuentan con solo 20 años.

A Pedra (8/8/1997) le hizo debutar Ramón María Calderé, con 17 años, en la Copa RFEF de hace tres temporadas, siendo aún, por tanto, juvenil. El estreno liguero no le llegó hasta principios de la pasada campaña, cuando Castelló recurrió a él para tratar de evitar la derrota en Segorbe y, cuatro días después, le dio minutos frente al Buñol, cuando el bocairentí salvó el bigote con una victoria que Albert cerró con el segundo gol. Una lesión de tobillo en enero, que se eterniza, le apartó del primer equipo en lo que restaba de ejercicio, aunque el extremo sí participó en el último mes de competición con el filial.

Pero Castelló, en su regreso a Castalia el pasado verano, no se olvidó de Pedra, protagonista de las macrorrotaciones de la aciaga noche frente al Almazora, aunque le sustituyó en el arranque de la segunda parte. El bocairentí solo se acordó de él para darle otros tres minutos frente al Rayo Ibense, convirtiéndose, además, en un habitual descarte.

Pero con Escobar ha sido otra historia. Ha habido química desde el primer entrenamiento, aunque no le diera bola hasta el tercer encuentro. Titular el pasado sábado en Aldaia, Sergi le recompensó el miércoles en un examen mucho más complicado frente a La Nucía, partido que Pedra acabó entre lágrimas, pero no por otra lesión, una derrota, una expulsión... sino por la emoción.

También ha sido una semana imposible de olvidar para Amine (4/6/1997). Convocado frente al Recambios Colón, la lesión de Ximo Forner (tiene para seis semanas) ha abierto un hueco por el que el moncofense ya se asomó en El Perdiguer. El mediocentro, que llegó al club en verano del 2014 (se enroló en el juvenil de División de Honor), salió con el 1-4, sí, pero contra La Nucía, el técnico recurrió a él para terminar de cerrar la victoria que Rubén Fonte había encarrilado poco antes. Da la sensación de que ha llegado... para quedarse.