Segundo partido y segunda victoria de la selección española de balonmano en el Mundial de Alemania y Dinamarca, esta vez dejando mejores sensaciones que en el debut ante Baréin. Los Hispanos sacaron la esencia de su juego, esa que les llevó el año pasado a coronarse como reyes de Europa, para imponerse a la dura defensa y los contragolpes de Islandia (32-25), que ya pusieron en serios aprietos a Croacia en la primera jornada. La selección escandinava, liderada por un genial Palmarsson, fue a remolque casi todo el partido, aunque cuando todo parecía finiquitado logró un parcial de 0-4 que le hizo creer en sus opciones, hasta que tres acciones consecutivas de Dani Sarmiento congelaron su sueño.

Islandia fue fiel a su esquema y comenzó con una dura defensa que los árbitros no dudaron en castigar. Sin embargo, España se atascó en ataque en esos primeros minutos, de manera similar (aunque más comprensible dado el rival) que en su debut. El primer despegue llegó con la irrupción de Solé y Ariño al contragolpe, fruto de una mejor defensa española (12-8). Los Hispanos nunca lograron desconectar del todo a Palmarsson, pero sí frenaron el fantástico arranque del azulgrana. Un pase de quarterback de Pérez de Vargas a Aleix Gómez para que marcara y un penalti transformado por el extremo del Barça cerraron la primera mitad con una ventaja de 19-14.

Islandia intentó reaccionar en la reanudación, aunque topó con un Corrales que evitó males mayores. En los mejores minutos de los Hispanos, que pudieron correr en varias jugadas, dejaron el choque sentenciado a 17 del final (27-20). Islandia reaccionó con un parcial de 0-4 pero Sarmiento se echó al equipo a la espalda y España encadenó tres goles (dos suyos) que devolvieron la tranquilidad hasta el final.