Vicente Iborra hubiera deseado que su gol número 30 en LaLiga y el primero que marca con la camiseta del Villarreal hubiera servido para algo más que para una igualada que, tal y como está la situación en la tabla, resulta totalmente insuficiente para el Villarreal. El centrocampista valenciano, la única cara nueva con la que se ha encontrado Javier Calleja en su regreso al banquillo, ha tenido suficiente con un mes para darse cuenta de que «el Villareal tiene que hacer muchísimo para ganar un partido», todo lo contrario que sus rivales, que «con muy poco nos hacen mucho daño». Esa fue, más o menos, la historia del partido ante el Espanyol, que lleva al mediocentro a abrir «la autocrítica» durante los próximos días para poder afrontar con garantías la visita del viernes al Valladolid, «otra final que hay que sacar adelante como sea». «Es el momento de permanecer unidos, dejarse de palabras y empezar a demostrar hechos», reclama Iborra.

La primera decisión de Calleja de variar el sistema y utilizar uno con tres centrales es, para Iborra, «una línea nueva que debemos seguir trabajando» en los próximos días, ya con más tranquilidad y tiempo que el que dio el repentino cambio en el banquillo auspiciadom por Fernando Roig hace menos de una semana. «Es obvio que un cambio de entrenador no es fácil para nadie, porque quiere decir que no se están haciendo las cosas bien. Javi viene con su idea, su filosofía, muchas ganas y fuerza. Tenemos que seguir trabajando y alguna vez llegará ese partido en el que hagamos menos méritos pero nos llevemos la victoria», señaló Iborra.

Esta, pese al 2-0 con el que se llegó a la última media hora, no fue posible ante un Espanyol del que Rubi, su técnico, destacó «el poder de reacción» tras «una primera parte muy floja». «En la segunda hemos estado mucho mejor. Así que, con un periodo para cada equipo, considero que el resultado es justo», señaló el catalán, que cree que su equipo tendrá «más variantes» con los refuerzos de Wu Lei, Ferreyra y Alfa Semedo, los dos primeros ya con minutos ayer en Vila-real.