En tan solo dos meses al frente del Sevilla, Jorge Sampaoli ya ha revolucionado la semilla del triunfo que germinó Unai Emery durante sus tres campañas como entrenador sevillista. El argentino aterrizó en Nervión con su filosofía y su propia idea de juego, diametralmente opuesta a lo que proponía Emery. Con tres defensas y extremadamente ofensivo, propósito para el cual ha confeccionado a medida un plantel sobrado de técnica y calidad, donde antes predominaban el músculo y los centímetros.

Gameiro, Banega, Krychowiak o Coke, referentes en el antiguo proyecto hispalense, hicieron las maletas y cedieron el protagonismo a una legión de recién llegados: Vietto, Ben Yedder, Sarabia, Kiyotake, Franco Vázquez… Todos responden al arquetipo de futbolista que busca Sampaoli, jugadores con técnica de sobra para dominar al rival, y trabajo suficiente para llevar a cabo una presión intensa por todo el campo. Ello explica que futbolistas tan exquisitos como Konoplyanka no hayan encontrado su lugar en el fútbol sinfónico de Sampaoli.

VARIOS SISTEMAS // Durante la pretemporada y los primeros partidos oficiales, el Sevilla ha formado con diferentes dibujos 4-3-3, 3-4-3, 3-5-2… Un sistema cambiante, pero con un mismo patrón: la acumulación de futbolistas de gran movilidad y con tendencia al juego interior en tres cuartos de campo, lo que permite la incorporación de los laterales, de largo recorrido, como Mariano, que por su verticalidad está llamado a ser uno de los puntales.

La marcha de Gameiro, que anotó 29 tantos la pasada campaña, dejó una muy sombra alargada. Los encargados de hacer olvidar al punta francés son Vietto y Ben Yedder, dos ratones de área que por motivos distintos llegan a Nervión con ganas de protagonismo. El argentino, en busca de redención tras su inédita campaña en el Atlético; y el franco-argelino, con la ambición de dar un salto cualitativo. Hasta el momento, Vietto ha sido el delantero predilecto de Sampaoli y el favorito para endosarse el peso ofensivo en El Madrigal

JUEGO DE TOQUE // La salida de balón en corto es otra de las señas de identidad de este nuevo Sevilla en reconstrucción. N’Zonzi ha asumido galones en la medular bajo las órdenes de Sampaoli y será el encargado de canalizar los primeros toques del juego rojiblanco. No obstante, a la espalda del corpulento jugador francés se destapan las carencias de un equipo cuya fragilidad defensiva no está a la altura del potencial ofensivo. No en vano, las pérdidas en la medular están siendo el mayor quebradero de cabeza de Sampaoli en este arranque de campaña, donde encajó cinco tantos ante el Barcelona en la Supercopa de España y cuatro a manos del Espanyol.

Sampaoli no es tan metódico a balón parado como su antecesor, que, en ocasiones, cuando peor pintaban las cosas para los suyos, encontraba en la pizarra una vía de escape. Sampaoli no renuncia a la estrategia, pero aparece subordinada a sus tres pilares de juego: presión, movilidad y salir jugando desde atrás. H