Atlético y Sevilla llegaban a uno de esos días para marcar territorio, para afianzar su apuesta, pero el empate se antoja escaso para las aspiraciones de ambos, un poco más lejos del sueño del título liguero. Empezó siendo un partido de tanteo, sin ambición desbocada, con precauciones. Era el que quería Simeone, que sigue apostando de forma invariable por adormecer los duelos en la primera parte y arriesgar en la segunda. Pero el Sevilla no fue un convidado de piedra y retorció el plan del rival hasta casi deshacerlo. Entre medio, recital bajo palos. De Thomas Vaclik, un meta checo de 29 años, y de Jan Oblak, eslovaco de 25. El rojiblanco sostuvo a su equipo cuando el 2-0 estaba más cerca que la igualada visitante, y el sevillista replicó, ya con tablas en el marcador, evitando la derrota local.