La Liga se le hizo corta al Real Madrid, que murió en la orilla después de una docena de victorias consecutivas. La última, en Riazor (0-2), donde se ilusionó con el título durante 15 minutos, desde que Cristiano Ronaldo anotó el 0-1 hasta que Luis Suárez avanzó al Barcelona en Granada. El portugués firmó el doblete en la primera parte y, luego, descansó.

Lo intentó el equipo blanco y cumplió con su parte, pero el Barcelona no falló y su esprint por el título fue en vano. Le faltó la posibilidad de un último golpe de cadera, para arrebatarle al equipo azulgrana un campeonato que hace meses parecía tener en el bolsillo y que se le complicó. H