El Castellón sigue dejando noticias preocupantes cada día que pasa, alguna reforzada con imágenes vergonzantes. Castalia estalló cuando, cerca del descanso, el cuerpo médico del Elche B saltó para atender a Lolo Ivars, que estaba con calambres. Los albinegros están sin galeno desde que, el lunes, Santi Rincón, que llevaba más de seis años en el club, presentase su renuncia. Por no haber, tampoco el fisioterapeuta del primer equipo, Cristian Contador, cansado de que David Cruz no cumpliera con lo acordado. Sí estaba el quiromasajista del filial que, en esa acción, estaba tratando de taponar la herida sangrante de la cabeza de Alberto Ramos.

La afición, aunque escasa (los 1.000 más o menos de los últimos partidos) estalló como, posiblemente, no lo había hecho en los dos goles. Esta circunstancia enturbió la notable primera parte de los hombre de Frank Castelló que, incluso, pudieron quedar descentrados por sufrir esta circunstancia.

Preguntado al respecto, el entrenador orellut se mordió la lengua. «Me consta que el presi está intentando solucionar el tema. Es una dimisión tan reciente que nos ha pillado por sorpresa, pero esperamos que podamos conseguir un médico rápidamente y que no vuelva a ocurrir lo de hoy [por ayer]», explicó el bocairentí, que cada vez tiene más problemas: hay jugadores lesionados desde el verano y los que van cayendo, tardan mucho más de la cuenta en volver. Al margen de los cambios (ayer, todos obligados, con otros jugadores completamente desfondados), Castelló prefería echar balones fuera. «No creo que [el bajón] haya sido por un tema físico», dijo, pragmático.

«me da mucha lástima» // Sí se mojó su homólogo del Elche B: «Personalmente, me da mucha lástima, porque yo he visto al Castellón en Primera. Ha sido cosa del doctor nuestro, Paulino, que lleva muchos años y de estas cosas sabe mucho». «Ha sido mérito suyo», aseveró Vicente Parras.

Los albinegros se encontraron también que, a la conclusión del partido, no tenían la habitual fruta con la que combatir, de primeras, el esfuerzo físico. La situación pudo ser peor, porque el campo estaba sin cortar solo unas horas antes. Sin embargo, el césped ya empieza a notar los efectos de no estar sometido a los habituales cuidados en las últimas semanas, después del plantón de Royalverd, la firma que lo mantenía, debido a los impagos.

Todo ello ante la presencia de Cruz, cuya situación comienza a tornarse insostenible. H