La imagen de la última jornada de la Liga italiana no fue ni un gol, ni un penalti, ni una falta lanzada con fantasía, si no la escena de un Gonzalo Higuaín, fuera de sí, totalmente desquiciado y hasta el punto de que si no media ningún compañero de por medio hasta pudo haber agredido a su excompañero madridista Cristiano Ronaldo.

Sucedió en la derrota del Milan frente a la Juventus (0-2). El delantero argentino falló un penalti, hizo falta a Benatia y empezó su espectáculo negativo, que acabó con su expulsión. Cristiano se acercó para pedirle calma y, en cambio, sufrió toda la ira de su rival. "Le dije que exageraba. Estaba muy nervioso", confesó el futbolista portugués tras el partido. CR7 e Higuaín compartieron vestuario en Madrid entre el 2009 y el 2013.