El Villarreal perderá a Mateo Musacchio en el tramo más importante de la temporada. El argentino estará como mínimo un mes de baja y apenas podrá ayudar en la tarea de atar el billete para la próxima Champions y en el camino hacia la final de la Europa League. Solo sería posible su presencia en una hipotética final de Basilea, el 18 de mayo, y si todo evoluciona favorablemente para los dos últimos partidos de Liga ante el Depor, en el Madrigal, y el Sporting, en el Molinón.

Marcelino es pesimista. “La recaída es mucho más importante que la primera lesión. Va a estar bastantes semanas fuera, si no todas”, explica el míster groguet, que compara la lesión que sufre Musacchio con la que “en su día sufrió Leo Baptistao”. Marcelino se queda sin uno de sus pilares en la fase decisiva y muy justo de efectivos, puesto que este contratiempo se junta con la lesión de Bonera, la sanción de Mario para el partido de mañana, y la situación de Jaume Costa, en fase de recuperación de su tobillo.

La cuestión es que Mateo Musacchio se marchó a Argentina prácticamente recuperado de la rotura subfascial del recto anterior derecho y ha regresado de su país lesionado. La imprudencia de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha causado un grave perjuicio al Villarreal. El central no contaba todavía con el alta médica y se hallaba aún en pleno proceso de readaptación, lo que se podría denominar como el tramo final de su vuelta a los terrenos de juego, aunque es cierto que las sensaciones del futbolista eran inmejorables.

LA QUEJA DE MARCELINO // El Villarreal remitió un escrito a la AFA en el que se le explicaba con detalle en qué situación se encontraba Musacchio, especificando el tiempo que llevaba sin jugar, apuntando que no había recibido el OK de los médicos y que estaba en la parte final del proceso de recuperación. La intención era que la federación argentina permitiese que el central amarillo no viajase y se quedase en Vila-real, pero la AFA se acogió al derecho que le otorga la FIFA y pidió la presencia de Musacchio en la concentración de la albiceleste, una decisión criticada con dureza ayer por Marcelino, visiblemente enfadado por el desenlace: “Hubo otros jugadores argentinos que volvieron con sus clubs porque estaban lesionados. Todo lo demás se me escapa. No es mi responsabilidad”.

Musacchio no entró en la primera citación contra Chile, pero sí llegó a estar en el banquillo del segundo partido contra Bolivia, valedero --como el primero-- para la fase de clasificación para el Mundial-2018, aunque no disputó ni un minuto. No se puede hablar con criterio de una recaída porque no hubo alta médica, pero lo cierto es que no se tomaron las medidas preventivas oportunas con un trabajo específico para culminar favorablemente el proceso de readaptación del jugador, con las consecuencias negativas para el Villarreal, que desde el 27 de febrero, cuando fue sustituido al descanso del encuentro contra el Levante, no cuenta con uno de sus mejores jugadores cuando esperaba recuperarlo para después del parón liguero.

Un duro varapalo para el Villarreal, que tiene en el sistema defensivo su punto más fuerte. H