Hace justo un año, en el Atlético, todos andaban a vueltas con las obras de su nuevo estadio. Un año después, la justicia anula la modificación del plan urbanístico que permitió la venta del Wanda Metropolitano por parte del Ayuntamiento de Madrid. Ahora la incertidumbre es diferente, desde el club confían en que las administraciones solucionen los problemas señalados en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) contra la que ya han anunciado recurso ante el Tribunal Supremo.

Los magistrados han dado la razón a la Asociación Señales de Humo, una agrupación de aficionados atléticos, en seis de los siete puntos por los que protestó al observar deficiencias: desviación de poder, desafectación de sistemas generales en interés privado, errónea clasificación del suelo, sustitución de dotaciones por dinero, falta de cumplimiento de la Ley del Ruido y ausencia de un informe sobre impacto de género.

Desde las partes afectadas hay tranquilidad, se prevé complicada la posibilidad de que el Atlético tenga que dejar el Wanda y regresar al Calderón, que está en proceso de demolición. Desde el club confían en que los errores de forma que pudo cometer la Administración los subsanen esos mismos organismos, sin que eso afecte a su propiedad.