Centrado como está en no perder comba en la lucha por el título de Liga, a Zidane lo último que le apetece es entrar en polémicas con su antecesor en el cargo, Rafa Benítez, aunque este también tuvo para él en su ajuste de cuentas con Florentino Pérez del miércoles pasado, antes del partido del Madrid contra el Roma.

Con la cuenta corriente al día, el exentrenador blanco arremetió contra el presidente después de haberle bailado el agua hasta última hora mientras estuvo en el cargo y de paso quitó méritos a su sucesor en la complicada misión de reconducir la nave.

Zizou no quiso valorar ayer la actitud de Benítez, resentido por el despido de que fue objeto tras haber hecho piña con Pérez y sumarse, en vísperas de fin de año, a la denuncia de la campaña contra el dirigente, él mismo y la institución blanca en general. Fue un último intento de blindaje, pero siguió tan expuesto como antes por su incapacidad para ganarse a la plantilla madridista.

LO PRIMERO, EL FÚTBOL // “Bastante lío tengo con el equipo y mis cosas como para hablar de este tema. Se ha hablado demasiado ya. Yo lo que tengo que hacer es pensar en el partido de Málaga y nada más”, dijo Zidane a propósito de las manifestaciones de Benítez, que fue lo primero en planteársele en la rueda de prensa posterior al último entrenamiento en Valdebebas para preparar el partido de hoy en La Rosaleda (16.00 horas, C + Liga). El match-ball de cada día para el Madrid, que tiene la obligación de confirmar que por fin ha aprendido a hacer las cosas como conviene también fuera del Bernabéu. Ganó in extremis en Granada, lo hizo en Roma con más desahogo en su vuelta a la Champions y le llega ahora otra prueba dura, por lo que de nuevo el técnico se vio obligado a pedir a sus jugadores concentración máxima y “estar preparados desde el minuto uno, atentos, con determinación e intensidad en lo que hacemos”.

POCAS DIFERENCIAS // Zidane tiene claro que no será fácil doblegar al equipo dirigido por Javi Gracia, quien, por cierto, no ve muchas variaciones entre este Madrid y el de Benítez. “Desde la distancia veo el mismo potencial y peligro que antes en sus jugadores de arriba... Matices de que puedan jugar de una manera o de otra, pequeños ajustes, pero no veo tampoco tantas diferencias”, afirmó el técnico malaguista, que ya contribuyó a empinar la marcha madridista con un empate en el Bernabéu en la primera vuelta (0-0).

Se juega todo el Madrid y su entrenador no piensa en reservar a nadie por mucho que, a una semana del derbi ante el Atlético, Carvajal y Ramos estén a una tarjeta de la suspensión. “No significa nada. Si tienen que jugar, jugarán. No pienso en esas cosas, solo en la alineación que creo más conveniente para el partido de mañana”, afirmó. Además no puede contar con el sancionado Varane ni con el lesionado Pepe.

Tampoco ha viajado a Málaga Karim Benzema, que arrastra molestias en la cadera. El francés no forma parte de la expedición y fue reemplazado por Borja Mayoral, que juega habitualmente en el filial madridista. H