La Juventus resistió con compromiso colectivo y encontró a su estrella, Cristiano Ronaldo, para cosechar un resultado esperanzador, sin demasiados méritos, ante un Ajax valiente e incisivo, con tanto ímpetu como falta de concreción en los metros finales.

En el tramo final del primer tiempo comenzó a aparecer Ronaldo, inédito hasta entonces, con la voracidad que le caracteriza para fusilar a Onana. El Ajax empató en la primera jugada del segundo tiempo, gracias a una maravilla de Neres, que culminó una jugada con un gran disparo a la escuadra de Szczesny.