La victoria por 1-5 de la selección inglesa frente a Montenegro, en partido de clasificación para la Eurocopa del 2020, ha quedado eclipsada por la polémica surgida a raíz de los cánticos racistas que un sector del público congregado el lunes en el estadio Pod Goricom de Podgorica dedicó a algunos de los jugadores visitantes, especialmente a Danny Rose, Raheem Sterling y el joven Callum Hudson-Odoi.

"Yo mismo escuché los insultos dirigidos a Danny Rose, así que no tengo ninguna duda de que sucedió -denunció el seleccionador inglés, Gareth Southgate, al término del partido-. Informaremos de ello a la UEFA porque tenemos el deber de proteger a nuestros jugadores. Esto es inadmisible". El escándalo trascendió el ámbito futbolístico y llegó hasta el Gobierno del Reino Unido, que, a través de la ministra de Deportes, Mims Davies, exigió a la UEFA que investigue lo sucedido y adopte "medidas duras y rápidas".

El organismo europeo está a la espera de recibir y estudiar los informes del árbitro del partido, el bielorruso Aleksei Kulbakov, y de su delegado en el estadio de Podgorica, antes de tomar ninguna decisión sobre un pocible castigo.

CASTIGAR "A TODO EL PÚBLICO"

El más contundente a la hora de pedir sanciones fue Raheem Sterling, quien, después de marcar el quinto gol de su selección, se dirigió a un sector del público montenegrino y se llevó las manos a las orejas, una imagen que él mismo publicó después en su cuenta de Twitter con el mensaje "La mejor manera de silenciar a los 'haters' (y sí, quiero decir a los racistas)". El delantero del Manchester City indicó que ha llegado el momento "de que los responsables se tomen esto en serio. Puedes multar a alguien -añadió-, pero, ¿qué va a resolver eso? Hacen falta medidas más duras. Hay que imponer una sanción que realmente haga que esta gente se lo piense dos veces, como castigar a toda la afición sin poder entrar en el estadio".

Una petición similar formuló el delantero del Chelsea Callum Hudson-Odoi, que a sus 18 años hizo su debut con la selección absoluta en el partido contra Montenegro y fue también víctima de los insultos racistas. "Intentas disfrutar el momento, pero cuando empiezas a escuchar esas cosas, a los aficionados imitando a los monos, tienes que esforzarte en mantener la cabeza fría. Es intolerable y espero que la UEFA actúe para acabar con esto".

Pese a su juventud, Hudson-Odoi ya empieza a estar curtido en lo de tener que enfrentarse al racismo de los aficionados. El pasado día 14, un sector de la hinchada del Dinamo de Kiev insultó repetidamente al joven futbolista de origen ghanés durante un partido de la Europa League, lo que provocó una denuncia del Chelsea ante la UEFA. El máximo organismo del fútbol europeo ha nombrado un inspector disciplinario para que estudie si hay evidencias suficientes que aconsejen la apertura de un expediente.