Jornada de descanso en ciclismo es sinónimo de salir unas horas a rodar, aunque sin las exigencias que se viven durante las etapas. Es por ello, que ayer los supervivientes de la Vuelta a España se subieron a sus bicicletas para preparar de la mejor forma posible la etapa del Mas de la Costa.

Y no faltaron los favoritos, aunque cada uno eligió una ruta. El líder, Nairo Quintana, se lo tomó con más calma y se fue a Eslida, acompañado, entre otros, por el piloto castellonense Roberto Merhi. El colombiano señaló que a partir de “ahora correremos a la defensiva, respondiendo a los ataques y si podemos coger más ventaja, mejor”.

Su más inmediato perseguidor, aunque ahora está más lejos, Chris Froome, al quedarse en Peñíscola rodó por allí. “Tendré que dejar la Vuelta para otro año”, dijo, al tiempo que admitió que no conoce el Mas de la Costa.

Quien sí sabe de la dureza del puerto es Alberto Contador, que lo ascendió ayer: “Es una etapa durísima desde la salida porque se subirán casi 3.700 metros de desnivel y habrá 40 grados”.

Otros equipos apostaron por ascender el Desert de les Palmes, una cima más conocida. H