El Real Madrid olvidó la derrota en el clásico frente al Barcelona con la verticalidad de su segunda unidad, que le permitió lograr una victoria holgada (2-6) en su visita al Deportivo en el estadio de Riazor.

El equipo blanco solo vio comprometido el resultado en los minutos previos al descanso, justo antes de que Lucas Vázquez marcara el 1-3.

Después de la derrota ante el Barcelona (2-3), Zinedine Zidane confió en la profundidad de su plantilla ante el Deportivo con nueve cambios (dos obligados y solo repitieron Nacho y Marcelo) respecto a la alineación que había dispuesto el domingo en el Bernabéu. La apuesta parecía rozar la imprudencia, pero sus jugadores no tardaron en darle la razón.

Los futbolistas merengues parecían aviones desde el pitido inicial. Isco lideró a la segunda unidad dando un recital de pases que llevaron a los blancos a la goleada. Marcó Morata a los 50 segundos, para sumarse a la fiesta James en el minuto 14. Un tanto ensombrecido por el vinarocense e internacional por Rumanía Florin Andone, que puso el miedo en el cuerpo blanco 9 minutos, del 35 al 44, cuando Lucas Vázquez hizo el 1-3 antes del descanso.

De nuevo Lucas y James aumentaron la goleada en el segundo acto, a la que se sumaron Isco y Casemiro, conviertiendo en anécdota el gol local de Joselu.