El culebrón del verano en el Villarreal ha llegado ya a su final, aunque el anuncio oficial de la llegada de Javier Ontiveros al Submarino tendrá que esperar a la jornada de hoy, después de que unos flecos de la compleja operación quedaran sin cerrarse a última hora de ayer. El centrocampista ofensivo procedente del Málaga ya lo tiene todo acordado para cambiar el blanquiazul por el amarillo. Ontiveros, de 21 años, ha estampado su firma para las próximas cinco campañas (hasta el 2024); a cambio, el Málaga percibirá siete millones y medio de euros en primera instancia, una cantidad que será susceptible de incrementarse en algún millón más si se cumplen algunos objetivos (por número de partidos, clasificatorios...) que, según fuentes de la entidad andaluza, son bastante factibles.

Ontiveros se encuentra desde el pasado fin de semana en Vila-real, aunque su primera aparición pública no llegó hasta ayer. El futbolista estuvo en la Ciudad Deportiva ultimando algunos detalles de su reconocimiento médico y conociendo de primera mano las instalaciones que a partir de hoy se van a convertir en su nuevo puesto de trabajo.

El jugador, que ha realizado la pretemporada con el Málaga, se ve al fin liberado del bloque que impuso el propietario del Málaga, el jeque Al Thani, a una operación a la que la dirección deportiva del Málaga ya había dado el visto bueno hace un mes, acuciada por la necesidad de cumplir el fair play financiero para volver a repetir el intento de regresar a Primera División.

TERCERO EN DISCORDIA / La presión de Al Thani ha conseguido mejorar un tanto las condiciones económicas ofrecidas en un primer momento por la entidad amarilla —con las citadas variables incluidas en el traspaso— y también involucrar a Alfred N’Diaye en la operación, una de las causas por las que de momento no se ha podido dar oficialidad a la llegada de Ontiveros. En los planes del máximo accionista del Málaga estaba, como tema urgente, deshacerse del compromiso obligado de compra que debía afrontar por el mediocentro senegalés —propiedad del Villarreal— a final de temporada y, por supuesto, de su alta ficha (unos tres millones de euros anuales).

El interés del Getafe y la buena voluntad del Villarreal por facilitar la subcontratación de N’Diaye —el club madrileño colaborará al pago del sueldo— han ayudado lo suyo a que la situación de impasse con Ontiveros no se haya alargado hasta, prácticamente, el cierre del mercado de fichajes.

El de Ontiveros es el segundo desembolso más alto del Villarreal este verano, solo por detrás del realizado por el lateral Rubén Peña (ocho millones) y por delante del fichaje de Albiol (cinco millones de euros). El balance entre ingresos y gastos sigue siendo netamente favorable a la entidad amarilla, que ha cerrado ventas por un valor superior a los 56 millones de euros.