Alrededor de 10.000 aficionados del Betis se congregaron este lunes en el estadio Benito Villamarín para vitorear al incombustible capitán del equipo, Joaquín Sánchez, cuya renovación con 38 años hasta junio de 2021 se acaba de firmar y que volvía al trabajo a las órdenes de Joan Francesc Ferrer 'Rubi' tras la pausa navideña.

La plantilla verdiblanca se entrenó con la novedad del centrocampista Carles Aleñà, recién cedido por el Barcelona hasta final de temporada y que estará disponible para debutar el domingo en el campo del Alavés.

Después del entrenamiento, el Real Betis organizó un acto en el que numerosos excompañeros de Joaquín en la selección -Santi Cazorla, David Villa, Roberto Soldado o Pepe Reina, entre otros- han felicitado al portuense por vídeo.

Incluso ha intervenido en estas muestras de cariño a la estrella bética el exdelantero holandés Ruud Van Nistelrooy, quien fue su compañero en el Málaga y que le ha dicho que envejece tan bien como "un vino de El Puerto de Santa María".

Muy emocionado

Joaquín, de 38 años, no pudo reprimir alguna lágrima al dirigirse a los aficionados a pesar de que "llevaba toda la mañana tratando de no" emocionarse, pero definió los elogios recibidos como "palabras mayores", ya que se siente "un privilegiado" que intenta "aprovechar los ratitos buenos" que le da el fútbol.

"Ahora me piden más chistes que otra cosa, pero ir por la calle es un privilegio. No me merezco tanto cariño. He estado fuera, pero siempre he sentido este sentimiento. Todo lo que hago, lo hago por el Betis. El día que volví fue increíble, lo de hoy... A esto no se acostumbra uno", manifestó el portuense en la sala de prensa del Benito Villamarín.

El extremo diestro admitió que "con los años" se ha "ido cargando de responsabilidad, de compromiso, de trabajo", porque va tomando consciencia de que está "representando a este sentimiento y a este club", por lo que espera "no alargar" su "carrera más de la cuenta".