Johan no es solo nuestro, sino de todos”. Con estas palabras empezó y acabó Jordi Cruyff la intervención con la que quiso agradecer las incontables muestras de “cariño, respeto y amor” tras el fallecimiento, el jueves, de su padre. Johan se ha ido en paz, dijo su hijo. También con el Barcelona, del que estuvo distanciado por el “trato difícil” que mantenía con las directivas. Con algunas. “Ha habido un abrazo final”, ratificó.

Ese abrazo físico y simbólico se representa con el acuerdo al que llegaron el Barça, La Caixa y la Fundación Cruyff para sellar unos acuerdos de intervención y ayuda “a los niños más necesitados” que atiende la fundación del técnico holandés para promover la práctica deportiva a los discapacitados. “La fundación era su ojito derecho”, subrayó Jordi. “Le dedicaba mucho tiempo y energía”, subrayó. Tras las palabras de Jordi, se emitió un vídeo de homenaje elaborado por TV-3.

LA PRIVACIDAD // El hijo de Johan habló en nombre de la familia. Fue un discurso de agradecimiento que empezó con el doctor Toni Tramullas, que encabezó el grupo de médicos que le trató, las enfermeras y el personal del centro médico Teknon y, “por primera vez, incluso”, a los medios de comunicación, por haber mantenido el respeto y la prudencia desde que Johan anunciara, en octubre, que sufría un cáncer de pulmón. “La privacidad es lo que uno más valora en momentos así”, indicó.

No faltó tampoco el agradecimiento al Barcelona, que colaboró en homenajear la figura de quien fue su mejor jugador (1973-78) y el mejor entrenador (1988-96), aportando no solo 13 títulos (dos como futbolista y 11 desde el banquillo), sino un legado en forma de estilo de juego que ha perdurado desde entonces y ha reportado muchos más trofeos.

“La última firma que ha hecho mi padre estando vivo ha sido con el Barça”, desveló Jordi. “La paz, el abrazo final, ha llegado tarde pero justo a tiempo”, comentó Jordi, que se marchó del Barça justo cuando fue despedido su padre en 1996 y dirigió su carrera a otros lares. Militó incluso en el Espanyol (ahora es director deportivo del Maccabi Tel Aviv).

“Sabemos que mi padre era difícil con las directivas, pero sentía un amor enorme al público, a los aficionados”, manifestó el hijo del Flaco. “Y a la gente que trabajaba con él, desde el utillero al entrenador de porteros”, insistía Jordi, antes de recordar que “Johan no es nuestro”, de los Cruyff, “sino de todos”. “Ojalá el mensaje que dejó se mantenga”, deseó. El legado eterno para el fútbol. H