Había preparado la Transbetxí con la intención de reeditar el título y sumar el octavo consecutivo, pero José Vedrí no las tenía todas consigo en esta edición, debido a que cada vez los rivales se preparan mejor y el nivel es más alto. No obstante, ha vuelto a demostrar que a la hora de pilotar un motocultor es muy complicado superarle, por lo que ya empieza a ser un referente de esta prueba, ya que acumula ocho triunfos en esta competición.

Junto a Alfonso Ramírez, su copiloto desde el 2018, volvió a mandar desde la salida para cerrar otra espectacular victoria tras cubrir el prólogo y los cinco tramos cronometrados en 24.23 minutos, aventajando en 56 segundos al segundo. «Cada vez es más complicado vencer, ya que el nivel es más alto. Por este motivo, en parte, me he sorprendido haber ganado otra vez, aunque como es lógico es para lo que nos preparamos», indica, al tiempo que añade: «Competir ya es lo más, y de no haber ganado igual hubiésemos estado contentos, porque vivir la fiesta que supone la Transbetxí para la toda la población es suficiente para nosotros».

La preparación, desde tres meses antes

Vedrí también reconoce que la puesta a punto de los motocultores ha cambiado mucho desde el origen de la prueba, hace más de tres décadas, y explica cómo lo prepara su equipo, el Cartonajes La Plana-Blumaq, que cuenta con Omar Piquer como ingeniero. «Tres o cuatro meses antes ya empezamos a prepararlo, mirando las mejoras que podemos introducir para rendir con las mejores prestaciones», señala Vedrí, quien destaca el importante papel de los encargados de la mecánica antes de la competición y del copiloto durante los tramos de la carrera.

Como betxinense, ha vivido la Transbetxí desde pequeño y fue así como le entró el gusanillo para estar algún día en la salida. «Hasta los 18 años no se puede competir, por lo que en el momento que los cumplí ya estuve en la salida». De aquello han pasado 15 años y tras varias ediciones cerca de la victoria, con algún segundo puesto incluido, Vedrí ha impuesto su hegemonía.