La jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela propone juzgar al ex presidente del Barça Sandro Rosell, su esposa, Marta Pineda, el abogado andorrano Joan Besolí y otras tres personas por delito de blanqueo de capitales y organización criminal por la llamada operación Rimet'. Al dar por concluida la instrucción, la magistrada considera indiciariamente acreditado que los investigados formaban parte de una organización criminal a través de la que se apropiaron de fondos de la Confederación de Fútbol Brasileña (CBF) por los derechos de retransmisión de los partidos de sus selección, así como de cantidades procedentes del contrato de patrocinio Nike con la selección brasileña de fútbol.

En su auto de transformación a procedimiento abreviado (equivalente al de procesamiento en los sumarios), la magistrada afirma que los seis investigados formaban parte de una estructura estable, conforme a un reparto de roles previamente establecido por Rosell y con la inestimable intervención del investigado Besolí, gestor de profesión y que era titular de un importante número de sociedades y cuentas bancarias en Andorra. Ambos en prisión desde mayo del año pasado.

Con la decisión de la magistrada su traslado a cárceles catalanas, solicitado con insistencia por el expresidente del Barça, a la vez que solicitaba en vano su libertad, está más próximo a la espera de que se celebre el juicio oral. La fiscalía dispone de 10 días para presentar la apertura de juicio oral o en su caso el sobresimiento.

El auto se centra en dos operaciones, en las que la organización procedió a ocultar las cantidades ilícitamente desviadas por el expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol Ricardo Terra Teixeira y que fueron la venta de los derechos de retransmisión de 24 partidos de la selección de fútbol de Brasil y el contrato de esponsorización firmado también por la CBF con Nike, donde intervino una sociedad de Rosell denominada Ailanto.

Partidos amistosos

La jueza se remonta al año 2006 y relata cómo el primero de los contratos, firmado por Terra Teixeira con una sociedad árabe domiciliada en las islas Caimán, tenía por objeto obtener los derechos de 24 partidos amistosos disputados por la selección de Brasil y detalla, cómo, “se impuso a la compradora el pago de unos fondos de los que en beneficio propio se apoderaron" él mismo y Rosell "en perjuicio de CBF". De esta forma Teixeira recibió 8.393.328 euros y Rosell, 6.580.000 euros, en ambos casos sin conocimiento de la CFB y en su perjuicio.

Para dar apariencia de legalidad al cobro de esas cantidades utilizaron un entramado societario y transferencias bancarias ordenadas desde sociedades que pertenecían al grupo empresarial saudí que figuraba comprador y que terminaronn en cuentas de Andorra donde figuraban como firmas autorizadas Rosell y Besolí. “Reflejan un movimiento de flujo de dinero con destino al propio Teixeira y personas de su entorno que figuraban como testaferros, en algunos casos de forma directa y en otros de forma indirecta, a través de empresas intermedias administradas y/o relacionadas con Besolí y su cuñado Pedro Antonio Ramos”.

La jueza cifra en 14.973.328 de euros, el dinero procedente de la mercantil árabe y que terminó en cuentas españolas y andorranas del matrimonio Rosell, bien directamente o a través de la empresa Uptrend, radicada en New Jersey “y en perjuicio de los beneficios dejados de percibir por la Federación Brasileña, los cuales, además, se habrían blanqueado a través de este entramado empresarial y económico”.

Esponsorización

En cuanto al contrato de esponsorización firmado entre la CBF y Nike, en la que intervino una sociedad de Rosell, la jueza describe las operaciones realizadas entre 2008 y 2011 y que culminaron con un ingreso de 5 millones de euros en una cuenta andorrana vinculada al expresidente del Barca, dinero que era la devolución a Teixeira de un préstamo recibido en 2008.

Una explicación que no se ajusta a la realidad, sino que, según el auto, responde a a un ajuste del dinero pagado por Nike "en relación al patrocinio de la selección de fútbol de Brasil" que "acabó en manos de Ricardo Terra”. De hecho esta firma fue investigada por las autoridades americanas como presunto pagador de comisiones ilícitas a Ricardo Terra Teixeira, en relación a la obtención por parte de Nike del contrato de patrocinio de la selección brasileña de fútbol.