Mientras Rubiales sigue en contra de permitir que LaLiga exporte su imagen a Estados Unidos con la disputa de un partido en Miami, los principales perjudicados, en teoría los jugadores,se muestran totalmente partidarios e ilusionados con la idea de disputar el partido contra el Atlético de Madrid en Hard Rock Stadium de Florida el próximo 6 de diciembre.

El presidente comunicó a sus jugadores y cuerpo técnico la idea y se encontró con la predisposición favorable de todo el plantel por disputar un partido que supondría un fuerte impacto a nivel de branding para el club amarillo. La marca Villarreal saldría reforzada, además de participar en un acontecimiento histórico para el fútbol español. Una iniciativa que no tendría un impacto directo en las arcas del club, puesto que los beneficios de la disputa del partido se emplearían directamente en compensar a la afición amarilla por varios mecanismos ya estipulados en el acuerdo con LaLiga.

Una idea que de momento se encuentra en el aire, por la guerra abierta que mantiene el presidente de la Federación Española con Javier Tebas, presidente de LaLiga.