La vida de Julio Alberto siempre ha estado analizada con lupa. Con una atención extrema. A veces, excesiva para algunos. Incomprendido por muchos, y menospreciado por otros, la sombra de una turbia etapa gris siempre le ha perseguido de la misma forma que él lo hacía con los delanteros rivales en su época de futbolista azulgrana. Con ganas de dar rienda suelta a su verdad, y mostrar todo lo que un día le llegó a atormentar, Julio Alberto se ha sincerado en una entrevista concedida al diario 'El Mundo'. Tras la publicación de su biografía "Nunca recordaré haber muerto", el ex del Atlético y Barça está dispuesto a no redimir ni esconder nada de lo que ha vivido. "Sé lo que es estar muerto y regresar. Hace nada me encontraron en la calle con un ictus. No me queda mucho tiempo de vida. Entre cinco y ocho años. Tengo una necrosis en el corazón y una minusvalía del 30%", atestigua.

En un sinfín de confesiones,Julio Alberto explica historias que hasta ahora habían permanecido resguardadas en su apariencia de macarra con ciertos aires de bohemio. "A los 12 años un monitor abusó sexualmente de mí durante un campamento de verano. No lo hablé con alguien hasta los 50 años. Siempre lo llevé conmigo. Cuando expliqué los abusos que había sufrido a mi terapeuta en Proyecto Hombre, le rompí dos sillas en la cabeza. Una de ellas la pusieron en el patio del centro como símbolo. Llevaba tanta rabia y odio acumulado... Me sentí liberado", aseguraJ ulio Alberto. Es tan solo una de las múltiples confesiones que ofrece en la entrevista.

Destacado estudiante, siempre se caracterizó por conseguir las mejores notas, y gran deportista, Julio Alberto asegura que los libros y el fútbol fueron la vía de escape ante tanto sufrimiento. "De niño, no tenía defensa posible. Nadie a quien acudir. Pasé meses sin hablar. Sólo me dedicaba a estudiar y a hacer deporte. Estudiaba tanto para olvidar que me convertí en el mejor alumno. Sólo quería leer y leer para bloquear esos otros sentimientos.Tengo su cara grabada en mi memoria”.

"SOLO MARADONA Y YO NOS DROGAMOS"

Irónico y con un toque mordaz, Julio Alberto no rehúsa hablar de su problema con las drogas. "La gente siempre juzgó. Todos te cuestionan, te miran. Si tienes gripe y llegas tarde, piensan que te estás drogando otra vez. Si un día no te afeitas, lo mismo. ¿Sabe algo que no soporto? Cuando alguien me suelta: '¿Y cómo vas de aquello?' Siempre contesto lo mismo: '¿Y cómo está tu puta madre? Porque tú te metías droga conmigo, ¿ya no te acuerdas?", asegura el exfutbolista.

El autor del mágico gol ante laJuventus, no esconde que estuvo muy cerca de la muerte en más de una ocasión y ese hecho le hizo replantearse cuál debía ser el camino a seguir. "He tenido tres sobredosis. He entrado dos veces en coma y he sufrido otro par de infartos. Llegué a desear la muerte más que nadie en este mundo. Me encontraba sucio. Pero tengo fuerza interior".

La fama le encumbró a lo más alto, y con ello llegó el dinero. Su perdición. "Más de lo que cualquiera podría llegar a concebir en tres vidas. En este país sólo nos drogamos Maradona y yo. Nadie más. Ahora han salido los Papeles de Panamá. Cuando salgan los de la droga será la hostia. Si quiere, le hago una lista", relata el defensa.

RENOVADO

Aquella época de desenfreno le llevó del lujo a la miseria, del todo al nada, y le supuso pasar noches en la intemperie, sin un techo donde resguardarse y ante la indiferencia de la gente que durante años le coreó en el Camp Nou. "Me cortaron el agua y la luz. Me quitaron la casa. Pero me levanté otra vez. La vida es una gran ironía. Nadie se detuvo a mirar siquiera. Nadie pudo imaginar que Julio Alberto, al que vitoreaban miles de personas, era aquel ovillo hecho miseria. Un sin techo. Un despojo humano. Nadie daba un duro por mí".

Lejos de toda aquella vorágine destructiva, y convencido de su nueva propuesta de vida, Julio Alberto atestigua el cambio que le ha llevado a darse a los demás. "Hace muchos años que estoy limpio. Cada día es una oportunidad para cambiar las cosas".