El Villarreal peleará el sábado (12.00 horas) en Balaídos por el título de la Copa de Campeones de División de Honor Juvenil, competición que acoge Vigo entre los primeros de cada grupo al término de la competición liguera, después de eliminar ayer al Sevilla (3-0), tras haberlo hecho el lunes con el Numancia. Su rival será el Zaragoza, al derrotar al anfitrión, el Celta, por 0-2.

El Villarreal fue el equipo que asumió las tareas de creación en el arranque de la contienda y pronto iba a obtener sus frutos. Álex Baena se hizo con las mandos en las operaciones de ataque y fue el primero que puso a prueba al guardameta Alfonso. De una acción suya nació el primer gol del Submarino, obra del delantero Fer Niño, que finalizó la jugada con un remate cerca de la portería, a punto de cumplirse el cuarto de hora. Luego fue el propio Baena quien, con un fuerte derechazo, batió la meta nervionense. Habían transcurrido 25 minutos de partido y el conjunto amarillo ya ponía un pie y medio en la final de pasado mañana.

El Sevilla también tuvo sus opciones, sobre todo en alguna acción a balón parado, aunque el portero Jörgensen no tuvo excesivos problemas en mantener su meta imbatida. De esta manera, el Villarreal, al descanso, mantuvo sin apuros la clara ventaja.

En la segunda parte, el equipo andaluz adelantó sus líneas en busca del tanto que le metiera de nuevo en el encuentro y acaparó las principales ocasiones. Así, Jörgensen tuvo que emplearse a fondo en varias oportunidades. En todas ellas estuvo acertado ante los intentos sevillistas, que empezaban a ser a la desesperada.

El Villarreal no solo supo mantener la ventaja obtenida al principio, sino que marcó otro gol en el descuento (Arana fue su autor) para ganarse la segunda plaza en la final de esta Copa de Campeones que se disputará mañana en el mismo escenario. Su rival, curiosamente, será el Zaragoza, el mismo equipo con el que se verá las caras en los cuartos de final de la Copa del Rey, el 19 de mayo en el Mini Estadi y siete días después a orillas del Ebro.