El filial del submarino amarillo volvió a demostrar ante su público que es un equipo ganador y que lo da todo hasta el final. A diferencia de lo sucedido en partidos anteriores, donde el Villarreal B dejó escapar puntos en los últimos minutos, en esta ocasión el karma, como dinámica influyente de causa-efecto según las creencias budistas, le devolvió al equipo en forma de triunfo lo sufrido en encuentros anteriores. Y le debe unas cuantas más.

Las claves de la victoria del pasado sábado probablemente fueron el acierto cara a puerta de los delanteros groguets o tal vez la rápida e incesante circulación del balón de los chicos del segundo equipo del Villarreal. Sin embargo, lo más encomiable para los espectadores seguramente fue la fe inquebrantable que mostraron los jugadores de Paco López el pasado sábado y la entereza con la que encajaron los dos golpes que supusieron los goles de los valencianos, el primer tanto a los doce minutos de juego y el golazo de David Fas cuando apenas restaban cinco minutos para la conclusión del encuentro.

Cuestión de confianza // Precisamente el técnico de Silla hizo referencia al finalizar el encuentro a la confianza de la escuadra amarilla en sí misma como un aspecto clave para que su equipo lograra la remontada y sumara tres puntos importantísimos ante el Atlético Saguntino.

Aunque cabe destacar que, dentro de la confianza férrea que el Villarreal B mostró contra el conjunto valenciano en los últimos minutos, el empate se convirtió, a posteriori, en el trampolín de confianza que todo equipo herido necesita para resarcirse y terminar superando a su rival.

Y es que el duelo del Villarreal B contra el equipo de David Gutiérrez no fue un partido típico del filial amarillo, ya que en las cinco jornadas anteriores, desde la octava, el cuadro groguet solo había encajado dos goles, una quinta parte de lo encajado en las ocho primeras jornadas del campeonato —11 goles—.

Seguridad defensiva // Para Paco López es importante mantener la portería a cero, pero lo es aún más mantener un equilibrio. La intensidad en los últimos minutos son clave para cualquier equipo que quiera hacer algo importante. Para el técnico valenciano todo es cuestión de trabajar e intentar mejorar tanto individual como colectivamente y que su Minisubmarino siga creciendo de forma progresiva. H