El Athletic afronta más alicaído que nunca el tramo final de la temporada. Fuera de la Europa League y eliminado prematuramente en la Copa del Rey a manos de un segunda B, está 15 puntos por encima del descenso, pero a 10 de la séptima posición. No obstante, uno de sus baluartes, Kepa Arrizabalaga, que protagonizó un culebrón invernal (de estar camino del Bernabéu pasó a renovar con los leones), avisa al Submarino, cara a la visita del próximo lunes (21.00 horas), al Estadio de la Cerámica.

El portero destacó ayer la intención de apurar al máximo sus cada vez más lejanas opciones de alcanzar una plaza europea. «Somos profesionales, es nuestro trabajo. Nos debemos al escudo que llevamos y a la gente que nos sigue, por lo que tenemos que salir cada partido a dar lo mejor de nosotros», subrayó el guardameta.

Kepa admitió que conquistar la séptima plaza, que tras la victoria del Betis en Getafe tienen a 10 puntos cuando quedan 24 por disputarse, «no es fácil», pero incidió en que van a «pelearla hasta el final». «Iremos con todo a Vila-real. Cuando queden tres o cuatro partidos, la clasificación nos dirá dónde estamos. Quedan suficientes partidos como para no empezar a pensar en otras cosas», añadió antes de lamentar la «buena oportunidad perdida» el pasado sábado, con el empate frente al Celta en San Mamés.

Sobre el Villarreal, Kepa manifestó que se trata de un «gran equipo» que dispone de «muchos automatismos» adquiridos en las últimas temporadas.

«Tienen mucho control de la pelota en el centro del campo con Trigueros, Rodri o Fornals», comentó. «Y arriba, futbolistas muy rápidos como Bacca o Castillejo», incidió. «Es un equipo muy completo que este año ya ha jugado en Europa y que querrá repetir, pero tenemos tiempo para preparar cómo contrarrestar eso y traer un buen resultado de allí», concluyó el portero internacional, que aspira, como Asenjo, al Mundial de Rusia 2018.