Nadie tiene que explicar a Keylor Navas la presión que tiene la portería del Bernabéu. El costarricense ya vivió de cerca el culebrón de Iker Casillas que acabó con el excapitán del Madrid teniendo que hacer la maletas camino de Oporto. Ahora ya no hay que dirigir la mirada hacia otro lado, ahora en el centro del debate el principal protagonista es el propio Navas.

Keylor fue el mejor del Madrid en Pamplona, en un partido donde los futbolistas de Zidane mostraron más pegada que juego y que no acabó de despejar las dudas de un equipo que llegó a El Sadar tras 15 días sin jugar. La gran actuación de Navas servirá para atenuar todo el ruido que se ha generado en las últimas semanas sobre los objetivos de Florentino Pérez para reforzar al equipo. En el punto de mira parece estar de nuevo David de Gea, pero Mourinho tiene mucho que decir en este asunto y desde el Manchester United comienzan a hacerse fuertes y no están dispuestos a dejar marchar a su portero titular por menos de 60 millones, un traspaso que batiría todos los récords en esa posición.

El contrato de su vida

Navas (30 años), que hace dos temporadas, cuando el Madrid estuvo a escasos 10 minutos de cerrar el trueque con el Manchester para incorporar a De Gea, se abrazaba a su esposa en el aeropuerto porque estaba a punto de firmar el contrato de su vida con los diablos rojos (de los tres millones netos que cobraba en el Madrid iba a pasar a ingresar casi el doble), tendrá que convivir hasta el verano con ese runrún ante el interés blanco por De Gea.

Esta campaña Keylor no está mostrando el mismo nivel que la pasada (algunos compañeros criticaron sus fallos ante el Borussia que les costó el primer puesto en la fase de grupos de la Champions), pero su última actuación en Pamplona ha dejado constancia de su fortaleza mental para sobreponerse a las críticas, pues llegaba en una semana con el tema de De Gea caliente en la prensa. No obstante, para Zinedine Zidane, Navas es intocable.