Muchos son los problemas que parecen perseguir al Castellón en esta recta final de temporada. El equipo albinegro ha encadenado cuatro jornadas sin ganar, las lesiones y sanciones se están acumulando y la sombra de los impagos está volviendo a aparecer. Ante todo esto, Kiko Ramírez prefiere blindar a los suyos. Sobre las lesiones asegura que "son problemas que tiene todo el mundo. Son circunstancias que pasan, pero hay plantilla suficiente como para afrontar todo esto. No soy negativo, las cosas pasan porque pasan y como entrenador tengo que buscar el mejor once para competir el domingo y que todo el mundo esté disponible".

Precisamente el domingo ante el Crevillente (18.00 horas), los albinegros afrontan un choque clave para mantenerse entre los cuatro primeros. Así lo ve el entrenador: "Hay que ser optimista. Espero un partido muy intenso porque el rival gastará su última bala". Le preocupa especialmente al técnico el estado del terreno de juego del Enrique Miralles: "Hemos entrenado en el Marquina para adaptarnos un poco. El campo es malo, pero es malo para los dos".

También adelantó el técnico los objetivos de aquí a final de temporada: "Me interesa que el equipo acabe bien y encare la liguilla en plenas garantías. Da igual la posición que acabemos dentro de los cuatro primeros".

Sobre los futbolistas tocados y lesionados, confirmó que Luismi está recuperado, pero "Castells está entre algodones porque arrastra problemas en la espalda desde hace semanas, y Tariq y Marenyà tienen gripe, aunque esperamos que puedan llegar".